Por mucho tiempo el turismo vacacional se encuentra controlado por el pensamiento netamente económico y las investigaciones sociológicas. En esta página web se mantiene una visión más balanceada: los turistas mismos y el encuentro con su destino vacacional. Los turistas toman lo que se les ofrecen y lo usan para sus propios propósitos; son precisamente estos propósitos los que nos interesan y más que 25 artículos en esta página web tratan de eso: el turismo de los turistas. Agregué un artículo nuevo sobre "el cambio climático" dentro del rubro "Turismo" (julio 2020).

En febrero 2020 agregué un artículo nuevo en el rubro "Turismo" con el título "La Fenomenologia y el Turismo".

Desarrollo Sostenible (1)

Tema: Desarrollo Sostenible (1)

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Sostenibilidad y el estilo de vida de turistas

Estilo de Vida de los Turistas (EVT)

Las experiencias que viven los turistas son el eje principal alrededor del cual gira el concepto de turismo reflexivo. Sin embargo, hay un largo trecho que recorrer antes de que un turista ejerza con plenitud esta variable de la actividad. Sentir el impulso de realizar un viaje vacacional es apenas el punto de partida de un complicado proceso que se ha de cumplir antes de que alguien pueda ser considerado como un turista en el amplio sentido del término. Este impulso se puede basar en el hecho de que esta persona únicamente dispone de dos semanas libres al año, las cuales debe de aprovechar. Pero este impulso, o motivación, puede ser alimentado también por el deseo preciso de emprender un viaje hacia un sitio que es totalmente diferente del ambiente habitual en que este individuo suele vivir. El mismo se puede originar tanto en circunstancias personales (problemas familiares, recomendaciones médicas o una necesidad de autorrealización), como en factores externos (programas de televisión, obras literarias, películas, e inspiradores relatos de viajes similares efectuados por parientes o amigos).

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Desarrollo Sostenible y Turismo

La Sostenibilidad y el Turismo

La relación entre el desarrollo sostenible y el turismo es el tema de este artículo. Para eso miramos primero cuales son los antecedentes y el por qué de la sostenibilidad. La discusión sobre la sostenibilidad comenzó porque una cierta cantidad de asuntos están andando muy mal: la biodiversidad está disminuyendo, las capas de ozono están siendo afectadas, las consecuencias del efecto invernadero comienzan a sentirse, diversas poblaciones están marginándose y hay paulatinamente tantos síntomas que parece una enfermedad. El principio de sostenibilidad ha sido desarrollado como una respuesta a toda esta problemática. Para poder ver cuán profundo estos destructivos elementos están arraigados, principalmente en las sociedades occidentales, y porqué ha nacido la necesidad de mirar nuestro medio ambiente con otros ojos, vamos a exponer, en trazos generales, los diferentes elementos desde una perspectiva histórica.

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La Liminalidad y el Turismo

Las Atracciones Turísticas

El clímax de las vacaciones se ha descrito como la absorción de calorías de impacto a través de los sentidos. Estas a la vez son transformadas por el turista en experiencias.
La fuente de emisión de calorías de primer impacto se llama Fuente de Calprim y las atracciones turísticas forman parte de ella. En este punto es importante observar que el turista experimenta muchas cosas y que no todas provienen necesariamente de atracciones turísticas. Cualquier ambiente diferente de la escena doméstica (una condición del turismo) es totalmente nuevo en términos sensoriales; el gusto, el olfato, el paisaje… todo es noticia. Las experiencias del turista tienen que ver, por lo tanto, también con el ambiente, con la población local, con el color de las casas o con el olor de la comida.

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Turismo Rural

Todos los derechos son del autor Marinus C. Gisolf. Se prohíbe la reproducción total o parcial sin mención de la fuente.

El Turismo Rural Comunitario como experiencia de aprendizaje

Agradezco al Dr. Eduardo Costa Mielke de la Universidad de Rio de Janeiro por sus observaciones, mejorando la calidad del artículo.

Introducción

A partir de la década del setenta se empieza a visualizar la actividad turística como una herramienta factible que ayude en el desarrollo de las economías rurales, pero en términos generales, parecen ser más común escuchar historias de fracasos y practicas insostenibles que aquellas que hablan de éxito, especialmente en los países en vías de desarrollo. Este artículo explora algunas de las áreas problemáticas, tratando de reconciliar la teoría (académica) y la práctica del turismo rural, destacando los principales obstáculos que la actividad enfrenta.

En el marco del turismo posmoderno vemos como una marcada tendencia que la búsqueda de experiencias más individuales y auténticas han ampliado los límites del panorama del turismo, así como el número de actividades y experiencias que legítimamente pueden ser categorizadas como tal. Parece que casi todas las dimensiones de la cultura humana poseen ahora el potencial para convertirse en alguna forma de turismo.

A pesar de que dentro de esta modernidad existe una marcada búsqueda de lo auténtico, la noción según la cual el tiempo parece haberse detenido y los pobres deben de permanecer pobres como muestra de un claro estancamiento cultural, concepción errónea por cierto, pero que sigue estando muy viva dentro de las tendencias vacacionales del posmodernismo. Al mismo tiempo hay muchos grupos de turistas con diferentes estilos de vida buscando lo tradicional y auténtico inmersos en una realidad de la cual saben muy poco y de la quieren aprender más. Dentro de los mismos parámetros, vemos que existe un creciente número de turistas interesados en un genuino estilo campestre, así como en las habilidades y costumbres características que permitan enriquecer su conjunto de experiencias y aprendizaje. Hablamos de aquellos turistas que no viajan a un sitio para visitar las atracciones turísticas más populares, sino que buscan tener experiencias personales, por lo que su particular estilo de vida alocéntrico puede adaptarse fácilmente a un desarrollo de turismo rural que incluya elementos participativos, como trabajo voluntario y oficios domésticos.

Existe una marcada tendencia a ver la vida regida por factores económicos y el turismo no es la excepción. La cadena de producción-producto-cliente domina el pensamiento occidental (posmoderno) por lo que esta concepción indefectiblemente también afectará el desarrollo rural. La utilización del turismo como parte de los planes de mitigación de la pobreza rural ha seguido esta misma línea de pensamiento: los lugareños ofrecen un producto (alojamiento o atracciones turísticas) para ser vendido a turistas. Como se muestra en la literatura sobre el tema, muchos emprendimientos de turismo rural con base comunitaria han fracasado hasta ahora en cuanto a número de visitantes, lo que ha llevado a algunas personas a pensar que el turismo rural es de poca ayuda en los procesos de mitigación de la pobreza.

Sin embargo, dejando de lado la materia económica, hay otras maneras de ver el turismo, haciendo énfasis en la perspectiva socio-psicológica que presupone el papel que una comunidad local desempeña en su intención de convivir con los turistas. El encuentro entre los turistas y su destino vacacional es un punto focal de suma importancia, ya que nos invita a examinar el turismo rural comunitario sobre la base de este encuentro, que, a su vez, es uno de los principales conceptos del enfoque reflexivo en el turismo.

Preguntas sencillas, como qué es lo realmente esperan las personas acerca de un destino turístico rural y hasta qué punto compartan rasgos comunes, se han vuelto más importantes que saber cuáles son los réditos económicos que dichas visitas puedan dejar. Antes de comenzar cualquier desarrollo de turismo rural se debe no sólo investigar cuáles son los objetivos posibles para cada parte implicada, incluyendo a turistas, sino, también, los motivos socio-psicológicos que hacen que los diferentes actores del proceso se sientan interesados.

En este artículo se describe algunas partes del complicado camino que las poblaciones locales tienen que seguir para desarrollar iniciativas turísticas dentro de sus comunidades. Este es un proceso que debe conducir a experiencias de aprendizaje que apliquen tanto para los miembros de las comunidades locales como para los turistas. Para una comunidad local los objetivos no sólo deberían de referirse a las ganancias, sino también a mejorar la infraestructura, los contactos con diferentes culturas, establecer nuevas redes sociales, optimizar la organización social y promover una mayor conciencia cultural, mientras que las experiencias de aprendizaje para los turistas deben incluir una ampliación de sus horizontes, mayor conciencia de los estilos de vida alternativa y medio ambiente, entre otros.

Turismo Rural

Se puede apreciar el turismo rural comunitario (TRC) desde el punto de vista espacial, temporal o social. Desde hace tiempo geógrafos, sociólogos, economistas y planificadores señalan la existencia de unos límites borrosos entre lo urbano y lo rural cuando se enmarca lo rural desde la óptica espacial, debido, entre otras causas, al ensanchamiento físico y funcional de lo urbano, a la movilidad creciente de los pobladores y al desarrollo del fenómeno de la segunda residencia. Algunos autores definen lo rural como “el ámbito en el que las ocupaciones principales de sus miembros están relacionadas con la agricultura”.

Asimismo, la ruralidad puede ser considerada desde el punto de vista de lo temporal. Las personas que radican en las zonas urbanas ven el campo como atrasado en desarrollo, donde el tiempo parece haberse detenido. Se trata de una noción nostálgica de lo rural, muy distinta de la vida (pos) moderna y apresurada de las ciudades. Se puede sintetizar esta nostalgia en el turismo rural en la siguiente manera:

  • Ubicado en áreas rurales

  • Funcionalmente rural, incluyendo las empresas de pequeña escala. Poca división de labores, a campo abierto, en contacto con la naturaleza, patrimonio rural, comunidades y prácticas “tradicionales”

  • Rural en la escala (en lo que a las edificaciones y fincas se refiere);

  • De carácter tradicional, creciendo lenta y orgánicamente; con vínculos familiares estrechos y posición atribuida (no necesariamente lograda); localmente controlado y desarrollado con vista al largo plazo

  • Representa un patrón complejo de medio ambiente, economía e historia rural.

La vista nostálgica de lo rural coincide a menudo con la imagen que el desarrollo turístico quiere lograr: el contraste entre la vida rural y urbana. En este sentido la noción de lo que es rural, basado en este tipo de nostalgia posmoderna, no necesariamente coincide con el desarrollo actual de las áreas rurales.

En lo social, existe el consenso generalizado de que el TRC debería incluir un alto grado de control y de que una proporción significante de los beneficios debería de quedar en manos de los pobladores de los destinos turísticos rurales, sin embargo, no existe un acuerdo unánime sobre el significado del término mismo. Para algunos científicos el TRC debe involucrar la toma de decisiones por parte de los participantes autónomos para la planificación del desarrollo del turismo en zonas rurales, mientras que para otros académicos se trata de la formación de grupos cooperativos u organizaciones basadas en las comunidades.

El término turismo rural sigue siendo un concepto bastante amplio y por lo mismo se puede subdividir en varias modalidades:

a) Área del turismo cultural: se aplica el término de turismo cultural a la organización del conjunto de medios y actividades económicas conducentes a facilitar al turista el contacto y conocimiento integral de la cultura del territorio visitado. A diferencia de otros recursos, los recursos culturales, generalmente, son piezas-testigos de la historia de la cultura material y oral de nuestros pueblos y tienen un carácter patrimonial; el turismo de base comunitario forma parte de esta subdivisión.

b) Área del ecoturismo: en esta modalidad la observación, el conocimiento y el disfrute de la naturaleza constituyen las principales motivaciones, junto con la preservación de los espacios naturales visitados.

c) Área del turismo de aventuras: la característica motivacional de esta modalidad es la participación activa, muchas veces no exenta de riesgos, en el descubrimiento del territorio. Por ende, el objetivo del turista no es tanto el conocimiento de la naturaleza (eco turismo) como el descubrimiento de la interioridad personal dentro de la misma.

d) Áreas del turismo especializado: en este caso el turista busca profundizar en el conocimiento de algunos aspectos concretos del núcleo o comarca visitada y de la cual ya posee algunos conocimientos. Los ejemplos más obvios son el turismo agrícola (agroturismo), el turismo científico, botánico etc.

Finalmente se debe mencionar que en el caso del turismo, que en sí mismo es un término bastante amplio, se puede precisar su significado cuando se aplica a un ámbito rural: lo atractivo del destino turístico rural está en el destino mismo y por lo tanto los turistas disfrutan de un ambiente que hubiera sido igual con o sin visitantes. En otras palabras, se trata de un disfrute de lo auténticamente rural y no de una atracción diseñada para turistas. Paralelamente existe la diferencia entre el turismo suave y el turismo duro; también se usan los términos turismo alocéntrico y psicocéntrico, para distinguir respectivamente entre un turismo alternativo, responsable, de mediana o pequeña escala, en contraste con un turismo de masas y de experiencias superficiales. En cuanto al turismo rural comunitario se refiere, el turismo suave está más relacionado con su desarrollo constructivo, mientras que el turismo masivo puede causar daños a cualquier ambiente rural a largo plazo. Esta diferenciación es importante para poder distinguir entre el turismo rural y el turismo de playa: generalmente ambas formas se desarrollan en áreas no-urbanas, pero por la falta del elemento de la agricultura, y por ser de medio o gran tamaño, el turismo de playa forma parte del turismo duro o psicocéntrico. Aunque debe quedar claro que ambas variantes de turismo no son excluyentes entre sí, ya que puede existir el turismo rural cerca de las áreas costeras.

El amplio espectro que abarca el turismo rural invita a un estrechamiento de las distintas definiciones. Este artículo tratará principalmente de turismo rural comunitario (TRC) por tres razones principales: a la luz del desarrollo sostenible, las iniciativas de turismo rural comunitario sólo pueden tener éxito cuando la comunidad local participa activamente de ellos; una segunda razón es que tanto en Europa y en los Estados Unidos, y cada vez más en otros continentes, el TRC es visto como una herramienta importante para proteger el patrimonio cultural y natural, así como para ayudar a aliviar la condición de pobreza en que viven muchas de estas comunidades; la última razón para limitar el alcance de este artículo tiene que ver con la intención mostrar de manera más clara los principios del enfoque reflexivo en el turismo

Algunas herramientas teóricas: las redes y el enfoque interactivo.

Las raíces del desarrollo del turismo rural son cultivadas por muchas entidades con intereses tanto globales, como locales, fertilizadas por las autoridades gubernamentales o privadas y con macro o micro climas en mente, mientras que el objetivo claro es producir situaciones de ganar-ganar. Las relaciones de poder, sin embargo, se distribuyen desigualmente por la naturaleza misma de los actores involucrados. Algunos actores pueden tener superioridad económica, otros cumplir con posiciones de mando, hay grupos con un fuerte patrimonio cultural para mostrar y aquellos con un amplio conocimiento del momento y la oportunidad. También significa que están involucradas muchas disciplinas científicas diferentes y que las relaciones entre las personas que tengan algún interés en el desarrollo del turismo rural pueden apreciarse desde ópticas diferentes, ya sea sociológicas, socio-psicológicas, antropológicas, geográficas, económicas o políticas, sólo por mencionar algunas

Los interesados en los procesos de desarrollo rural están conectados de una u otra manera, y las relaciones entre entidades, actores humanos y entornos naturales o artificiales, están construidas sobre la base de intereses comunes, los cuales pueden evolucionar hasta convertirse en redes, que a su vez definirán los roles que desempeñará cada entidad. Esta es una visión interactiva cerca del desarrollo del TRC, mediante la cual, tanto los interesados directos como los turistas, se hallan sintonizados en la misma frecuencia, y por lo tanto, desempeñaran su papel en igualdad de condiciones con cualquier otra de las entidades de formación, cultivando así las raíces del desarrollo de esta modalidad turística.

Las redes están llamadas a desempeñar un papel importante en el desarrollo regional. En consecuencia, estimular las redes se ha convertido en un objetivo dominante en las políticas de desarrollo, según las cuales, hay un cambio en el nivel de preocupación por el resultado del proceso de desarrollo en sí. Esto también implica que el énfasis se desplaza desde los meros resultados económicos hacia la importancia de la construcción y la ampliación de estas redes, ya que es sobre esta base que pueden presentarse nuevas oportunidades para el avance. En la mayoría de los casos se trata de un proceso de innovación en el que tienen que participar no sólo las comunidades locales, sino también aquellos agentes externos incluidos dentro del mismo, entre los que se incluyen, por supuesto, los potenciales visitantes

El TRC es una actividad de servicios y se distingue de las actividades netamente agrícolas. El desarrollo del turismo en áreas rurales, por lo tanto, es algo novedoso y al mismo tiempo requiere de relaciones sociales distintas a aquellas que rige dentro de la agricultura o ganadería. La introducción del turismo, en las zonas rurales, por lo tanto, afecta mucho más allá del simple hecho de tener un “nuevo producto” que es susceptible de ser vendido. Este último puede señalar hacia una innovación incremental sin desviarse mucho de las prácticas actuales, mientras que la puesta en marcha de actividades relacionadas con una economía de servicios implica una innovación radical desde todos los puntos de vista. Estas innovaciones radicales o novedades demandan cambios drásticos en la actitud y la gestión empresarial.

El turismo es una novedad dentro de un entorno rural y está relacionado con diferentes conjuntos de redes a las que una comunidad puede no estar acostumbrada. Así, la introducción del turismo en las zonas rurales provoca cambios en el nivel de redes, infraestructura y organización comunitaria, entre otros. Debe quedar claro, por lo tanto, que la introducción de esta novedad puede llevar algún tiempo. Cualquier nueva estructura organizativa, ya sea impuesta desde arriba o desde dentro, ocupara de una considerable cantidad de tiempo y esfuerzos para lograr posicionarse dentro de una comunidad local. Además, al considerar la estacionalidad y la lentitud con que se mueven los mercados de turismo, así como el hecho de que los turistas suele planear sus vacaciones con bastante antelación, tenemos que cualquier desarrollo de turismo rural necesitara de muchos años antes de alcanzar un punto de equilibrio tal que le permita incrustarse dentro del ámbito comunitario.

Las innovaciones, como parte de una estrategia de desarrollo de turismo rural, tienen que ser radicales, con el fin de que sean arraigadas dentro de las actividades socio-económicas, y como tal, hay varias áreas que pueden distinguirse. Las estructuras organizativas de la mayoría de las comunidades rurales tienen que ser renovadas; se requiere de diferentes infraestructuras a las que los pobladores locales pueden no estar acostumbrados; es necesaria una completa innovación de los planes de mercadeo, en tanto que deben de desarrollarse nuevas redes a nivel regional. Sólo con el completo apoyo de los miembros de una comunidad local se pueden lograr estos objetivos. Su compromiso con el desarrollo de cualquier programa es crucial. Parece ser que es únicamente a través de un enfoque integral que se lograra alcanzar la tan necesaria simbiosis entre el proyecto, las redes y la comunidad.

Desarrollo de proyectos de Turismo Rural Comunitario

Al acercarse al desarrollo del TRC desde un punto de vista socio-psicológico, como parte del enfoque reflexivo del turismo, se hace necesario hacer énfasis en que las primeras etapas de planificación de dicha actividad turística se estén desarrollando con el acuerdo de todos, o al menos la mayoría, de los interesados, ya que un emprendimiento turístico que está en función de las comunidades locales debe de seguir un camino bastante complicado antes de llegar a un punto en que la actividad, ya lucrativa y sostenible, se establezca como práctica común dentro de la forma de vida de las poblaciones locales.

Basados en la literatura disponible y en los estudios del caso, hemos agrupado a continuación una serie de requisitos, condiciones y sugerencias como respuesta a una serie de problemas que por lo general han tenido que afrontar los proyectos de TRC en el pasado, teniendo siempre en cuenta el enfoque socio-psicológico asociado a esta modalidad turística.

1. Las condiciones básicas de un proyecto turístico

Cuando cualquier comunidad rural quiere incorporar elementos del turismo en sus actividades económicas, debe de cumplir con una serie de requisitos necesarios para poder ser funcionales dentro del turismo basado en redes. En otras palabras, se trata de la forma y condiciones que un proyecto turístico debería tener, pero desde el punto de vista del encuentro entre turistas y la comunidad local (enfoque reflexivo).

Un proyecto de turismo rural comunitario debe ser capaz de producir:

1.1 Un ambiente general que ayude a los turistas a sentir la diferencia con respecto a su propio entorno doméstico, este ambiente debe estar basado en localismos y no haber sido desarrollado específicamente para los turistas, el cual estaría allí de todas maneras, ya sea con o sin la presencia de los visitantes; prácticas agrícolas existentes o una pequeña factoría pueden formar parte de este ambiente. Los pobladores locales nunca deben de ser una atracción turística (esto se aplica especialmente en el caso de los grupos indígenas);

1.2 Servicios relacionados con la infraestructura turística, como hoteles, restaurantes, centros de información o tiendas de souvenires, entre otros – en la práctica pueden ser de interés, por ejemplo, una pequeña posada con un número limitado de habitaciones con baño compartido o una casa de familia con comida casera;

1.3 Servicios relativos a las distintas fuentes productoras de experiencias turísticas, tales como atracciones, senderos y sitios de interés socio-cultural, así como cualquier otra infraestructura desarrollada específicamente para los turistas;

Al desarrollar iniciativas turísticas puede hacerse una clara distinción entre aquellos elementos relacionados con la situación interna de una comunidad y aquellos factores relacionados con la realidad exterior de la misma. Desde el punto de vista de las redes, estos tres puntos (1.1 – 1.3) se refieren a redes internas, en tanto que los puntos 1.4 y 1.5 se refieren a redes externas y reforzamiento de vínculos:

1.4 La comunidad tiene que ser relativamente accesible y debe estar ubicada a una distancia razonable de otras atracciones turísticas (no más de medio día de viaje)

1.5 La comunidad debe ser capaz de ofrecer servicios a nivel de telecomunicaciones y, por lo tanto, debe ser capaz de recibir por anticipado reservaciones y pagos por servicios, además, debe de ser capaz, entre otros, de mantener una administración responsable (con su contabilidad correspondiente) e implementar efectivas estrategias de mercadeo.

2. El Encuentro

El enfoque reflexivo en el turismo se refiere a la interacción entre anfitrión y huésped, o entre el destino y el turista. El punto focal es el encuentro entre estos dos y lo que sucede como resultado del mismo. Desde el punto de vista económico, hay un intercambio de bienes y servicios por dinero (o trabajo voluntario por ejemplo), pero a la vez está el acto de experimentar algo, que puede o no, ser resultado de esta transacción económica. Específicamente en el caso del TRC, los turistas obtienen experiencias a partir de cosas o fenómenos por lo que no ha mediado pago alguno: la cultura local, los paisajes, la gastronomía o simplemente los diferentes aromas y sonidos, que pueden ser muy diferentes de los que está acostumbrado el turista. Los contactos sociales, la comparación de los destinos con los entornos domésticos o el simple hecho de soñar con otra forma de vida, son parte de las posesiones y experiencias que los turistas esperan tener sin tener que pagar por ellas.

El TRC trata, efectivamente, de este encuentro entre la comunidad local y las comunidades de turistas, por lo tanto, antes de empezar un proyecto de esta índole, se requiere de una visión clara acerca de la naturaleza de dicho encuentro, así como del funcionamiento del turismo en las áreas rurales.

Desde el punto de vista turístico estos encuentros pueden dividirse en tres tipos:

  • El encuentro entre seres humanos: agitando las manos (o cualquier protocolo que dicta la idiosincrasia local ), manteniendo una corta conversación (dependiendo de las habilidades de lenguaje de los turistas o los locales), pagando por algo para recibir algo a cambio; saludándose mutuamente con calidez y cordialidad al intercambiar un fuerte apretón de manos o una sonrisa.

  • El encuentro entre los turistas con una cultura: observación de casas que tienen diferente arquitectura, diferente uso de formas y colores, nuevos olores, sabores, vestimentas e intrigantes reliquias religiosas. Para la gente local significa la apertura de nuevos horizontes.

  • El encuentro del turista consigo mismo en un ambiente exótico: algunos turistas vienen a aprender, otros asumen su visita como un reto social, en tanto que otros simplemente pueden estar interesados en actividades físicas principalmente. Para los locales el encuentro servería como comparación.

El primer tipo de encuentro puede proporcionar al turista experiencias sociales, mientras que el segundo se ocupa de posibles experiencias culturales, gastronómicas, estéticas o religiosas. En el primer encuentro pueden existir ciertas barreras debido a las diferencias de idioma y costumbres, mas con el segundo encuentro esto no es del todo una barrera, ya que es precisamente eso por lo que los turistas vinieron: a experimentar algo nuevo. El tercer tipo está relacionado con la clase de autenticidad que buscan los turistas.

Este encuentro es la piedra angular del TRC, que sólo funciona cuando ambas partes entran al proceso en igualdad de condiciones. En otras palabras, una relación de proveedor-cliente, que es tan dominante en el pensamiento económico occidental, no puede aplicarse en este caso, pero en cambio sí una relación mucho más interactiva, del tipo anfitrión-invitado, según la cual, ambos, local y turista, son socios en esta aventura de orden socio-económico.

Cualquier pueblo o comunidad dispone de asuntos que pueden captar el interés de los turistas y que constituyen, a la vez, elementos para posibles experiencias. Estos elementos o fuentes de calorías de impacto (Calprim), forman la historia de la comunidad cobrando vida por medio de la admisión sensorial de los turistas que la transforman en experiencias. En este sentido, el encuentro entre lugareños y turistas trata de enmarcar las expectativas para dichas experiencias.

           3.     Las Expectativas

Antes de empezar con cualquier plan de diseño de turismo rural, es necesario que las expectativas para este encuentro deban ajustarse a la realidad. Las expectativas en el turismo están fundamentadas principalmente en las necesidades, motivaciones y puntos de vista de los actores involucrados. Lo que sa ha podido observar, tanto en la teoría como en la práctica, es que las comunidades locales tienden a sentirse motivadas por las oportunidades económicas, mientras que los turistas se sienten motivados por la posible obtención de experiencias socio-culturales, lo cual significa que ambas partes de este encuentro comienzan su relación con conjuntos completamente diferentes de expectativas, un inicio no muy prometedor por cierto. Demasiado a menudo los turistas son llevados a creer que las experiencias socio-culturales se pueden comprar con dinero en mano, en tanto que los pobladores locales parecen creer que por actuar de acuerdo con lo que se suponen que los turistas desean, serán capaces de ganarse la vida. A menudo uno imagina una romántica versión de los turistas sintiéndose atraídos por seductoras historias que las comunidades tienen para contar una vez que el encuentro se ha llevado a cabo, deshaciéndose en lágrimas ambas partes por los nuevos amigos logrados y las experiencias compartidas. Cualquiera que sea el caso, todos los participantes involucrados en el desarrollo del TRC, incluyendo a los turistas, deben de tener un comienzo justo al contar con la oportunidad de sintonizar las motivaciones y expectativas que los distintos actores puedan tener. En el caso de las comunidades locales que se enfrentan a una novedad, como es el caso con la introducción del turismo, esto puede traducirse en la apertura de nuevas redes externas que les den acceso a conocimientos sobre los turistas y en cuanto a lo que estos puedan estar interesados con respecto a lo que la comunidad misma tenga para ofrecer.

Las expectativas tienen que establecerse según a lo que razonablemente puede esperarse, lo que significa que los prejuicios e ideas fijas deben reajustarse. En primer lugar, la introducción del turismo en las zonas rurales fue descrita como una novedad o innovación radical, que en sí significa que se ha planteado una cierta expectativa con respecto a los resultados de la introducción de esta novedad. La población local puede tener sus propias ideas fijas y muchos locales asumen que todos los turistas son ricos y debe de cobrárseles mucho por lo que necesitan. Este fenómeno puede observarse mejor en aquellas comunidades que poseen una composición socio-cultural homogénea. Es bastante comprensible que se suponga que los turistas son ricos si arriban en caros autos o en lujosos micro-buses, muy diferentes de los vetustos autobuses del transporte público que los lugareños tienen que utilizar para su movilización. Cámaras, teléfonos móviles, Ipods, gafas de sol, y otros artefactos que los turistas llevan consigo, pueden evocar un cierto aire de lujo al que los locales no están acostumbrados, que a su vez puede llevar a ciertas concepciones estereotipadas de cómo son los turistas. Algo similar puede decirse de los turistas, a quienes la noción de pobreza puede provocar algunos sentimientos de superioridad, y aún peor, la idea de una cierta superioridad cultural, aunque obviamente la realidad puede ser todo lo contrario. Romper prejuicios, por lo tanto, es una de las muy importantes tareas que el TRC tiene para cumplir, a la vez que es un requisito importante en cualquier experiencia de aprendizaje.

Los participantes del encuentro deben de tener la mayor amplitud de expectativas para así poder sacar el máximo provecho de la situación, aunque ambas partes deben saber qué es el turismo y qué pueden esperar en términos tanto tangibles como intangibles del encuentro entre ellas. Un aumento en las redes debe ser altamente valorado por ambas partes, además, la comunidad local debe de entender que un mayor número de turistas se puede traducir en una mayor participación de las autoridades nacionales y locales en términos de mejoramiento de la infraestructura, como electricidad, carreteras, telecomunicaciones, salud y escuelas, entre otros. En la actividad turística las expectativas están relacionadas con el mercadeo de marcas y el ejercicio comparativo entre lo que la comunidad puede mostrar y lo que los turistas pueden estar interesados en obtener como fruto del encuentro debe tomar lugar al principio de cualquier proceso de desarrollo turístico que se emprenda en zonas rurales. Los diseños tradicionales de proyectos turísticos por lo general dejan de lado las expectativas de los turistas, negando así la esencia misma que subyace en el encuentro entre estos y los locales en el marco del TRC.

4.  Las condiciones básicas para el encuentro

Explorar las posibilidades que el turismo puede tener en un área rural o una comunidad específica, al igual que la naturaleza misma del encuentro entre personas de diferentes culturas, nos invita a elaborar otro conjunto de observaciones.

Una gran parte de las experiencias que los turistas obtienen está fundamentada en el grado de comunicación que puedan alcanzar con personas de la comunidad, lo cual significa que para tener una exitosa experiencia de turismo rural comunitario se debe ser capaz de hablar el lenguaje de la gente local, o al menos compartir un lenguaje en común (a menudo el inglés) que permita a ambas partes expresarse y hacerse entender; esto significa que los emprendimientos de TRC deben de tener como primera opción a los turistas nacionales.

Los locales tienden a tratar a los turistas como invitados, pero deben de entender que un turista pretenderá ser lo menos parecido a un “invitado”, en su intento de observar el autentico estilo de vida de los pobladores locales. Este segundo punto coincide con la observación de que en una pensión (casa acondicionada para recibir visitantes) o en una pequeña posada, el turista puede intentar sentirse como en casa, pero mientras esté alojado en una casa de familia el turista será visto invariablemente como un invitado. En la práctica esto significa, que las pensiones o posadas son recomendables para aquellos turistas con orígenes culturales muy distintos de los moradores locales, mientras que los alojamientos en casas de familia deben ser usados por aquellos turistas que posean algún tipo de lazos culturales con sus moradores (los citadinos, por ejemplo, visitan áreas rurales cercanas).

Luego existe el aspecto que nos remite a preguntarnos hasta qué punto desean los turistas involucrarse en actividades con la participación de la población local. Senderismo, excursiones en bicicleta o actividades agrícolas pueden ser convertidas en atracciones turísticas siempre y cuando se tenga una clara diferenciación entre aquellas actividades diseñadas exclusivamente para los visitantes y las que forman parte de la vida diaria de los lugareños. La opción del trabajo voluntario ayuda también a la calidad de las experiencias sociales.

Debe quedar claro que el rol del turista tiene que ser tomado muy en cuenta dentro de la etapa de planificación de cualquier proyecto turístico desarrollado en comunidades rurales.

5. La autenticidad del encuentro

Lo que sea atractivo para los turistas dependerá, en primer lugar, de las necesidades de viaje y luego por las motivaciones y expectativas que puedan tener, las cuales son alimentadas por su los distintos rasgos de personalidad y los marcos referenciales. Para los citadinos la concepción de lo que generalmente se considera como rural tiene que ver con la evocación nostálgica de la vida pura, limpia y auténtica que se supone disfrutan los pobladores del campo. Las tendencias posmodernas de vida a menudo se hayan más ligadas a una época que a un lugar determinado de origen, junto con una cierta sensación de incertidumbre acerca del futuro. Este escenario melancólico, detenido cultural y económicamente en el pasado, es parte de la imagen con que los turistas urbanos postmodernos sueñan, y algunos de ellos piensan que esta se puede hacer realidad si visitan las áreas rurales.

En este caso la autenticidad debe de aparecer como real ya que es la experiencia resultante lo que realmente importa. Obviamente, lo deseable sería que los fenómenos o situaciones experimentadas gozaran de una autenticidad real y objetiva, pero no se puede olvidar que también existe aquella otra variable de legitimación en donde un objeto o fenómeno es experimentado como auténtico sin que lo sea. La historia contada sobre un objeto puede inducir a un cierto convencimiento acerca de la autenticidad del mismo, sirviendo de vehículo para la relación entre el turista, el objeto y su imagen.

Esta observación hace referencia a la importante diferencia que existe entre los atractivos turísticos diseñados y estructurados para los turistas y la vida cotidiana de una comunidad, que seguirá su curso normal con o sin la presencia de visitantes foráneos. Esta cotidianidad no puede ser puesta en escena, de lo contrario se convertiría en una atracción turística, y como tal, ya no formaría parte de la habitualidad del lugar. La forma en los pobladores locales se hayan adaptado a su entorno es un claro ejemplo de la autenticidad en su estilo de vida: su relación con la naturaleza es muy diferente de la que tienen los turistas con esta, ya que sus factores socio-culturales y ambientales de supervivencia son por lo general muy distintos (con una posible excepción en el caso del turistas nacionales).

Un paso más allá se encuentra con una autenticidad ligada con la actividad, la cual está directamente relacionada con la persona misma y su cambio ante la experimentación de un objeto, fenómeno o actividad. Al ir de pesca uno puede obtener una tremenda sensación de paz y tranquilidad, toda una auténtica experiencia sin duda, aunque no necesariamente corresponda con una atracción turística bien definida. El llamado turismo de aventura está muy relacionado a este tipo de autenticidad y las áreas rurales normalmente tienen mucho de ofrecer. En este caso la autenticidad se relaciona solamente con las experiencias propias del turista, independiente de la fuente que las genera, mientras que las experiencias de naturaleza social son de menor importancia.

Sobre la base de las cuestiones mencionadas hasta ahora se puede configurar un inventario de posibilidades turísticas con las que una comunidad rural puede contar. Aunque el turismo puede manifestarse en muchas formas diferentes y presentar tantas “caras” como turistas existen, los tipos de modalidades turísticas que pueden distinguirse son: ecoturismo, agroturismo, turismo comunitario, entre otras ya mencionadas. Otras actividades como excursiones de un día, estancias prolongadas o trabajo voluntario, se deben de implementar de acuerdo al grado valor de la autenticidad que las actividades mencionadas puedan aportar.

6. Conectando las comunidades rurales y los turistas

Conceptuar el TRC desde el punto de vista del encuentro entre anfitrión y el cliente como eje del proceso significa que debe haber una serie de requisitos para que este encuentro se concrete en la realidad. Tanto el destino como el turista no solo deben estar al tanto de su existencia, sino también saber cuáles son las motivaciones que pueden llevarlos a un encuentro satisfactorio. Por lo tanto, parece que el mercadeo debiera de desempeñar un papel importante en dicho ejercicio, teniendo en cuenta que se trata de una transferencia de conocimiento aunado a la apertura de nuevas redes.

Es difícil para una población local entender el proceso a través del cual los turistas llegaron a su comunidad y, muy a menudo, los lugareños simplemente tienen la sensación de que los turistas aparecen de la nada. De repente ahí están, recorriendo con sus bolsos y cámaras cada rincón de la comunidad. La complicada maquinaria de redes interconectadas que hace que los turistas lleguen a un lugar determinado es una realidad que puede pasar inadvertida para la comunidad. Los locales normalmente no saben cómo es que los turistas llegaron hasta allí, lo que les fue prometido o lo que esperan; tampoco se dan cuenta de quien los ‘envió’ o cuántos de ellos puedan llegar. Además, factores tales como la inconsistencia del turismo, los efectos de la alta y baja temporada, o la incertidumbre de los mercados, están mucho más allá del control de las comunidades locales.

Las redes externas, por lo tanto, deberían de ayudar a las comunidades locales a conectarse con aquellas personas y organizaciones que (A) podrían tener un interés directo en sus proyectos de turismo y (B) que podrían ayudarles a diseñar páginas web y otros medios de comunicación para fines de mercadeo y difusión. Una presencia bien definida en Internet a través de una página web (probablemente patrocinada por una ONG) o la presencia en las redes sociales como Facebook y Twitter, es indispensable para el desarrollo de proyectos de TRC. En este sentido, figurar en Internet sirve como una herramienta para extender las redes fuera de la región de ubicación del proyecto. Estos sitios web deben de estar fuertemente orientados hacia dos audiencias meta: agentes de viajes y viajeros potenciales

Es importante establecer un equilibrio entre turistas y anfitriones, y este sitio web debe contener un mensaje claro en este sentido. Esto significa, en primer lugar, que la página no debe decir lo que a los turistas les pueden gustar escuchar (publicidad y propaganda), sino que deben de reflejar aquellos aspectos que retratan las características propias de la comunidad, así como las distintas actividades que pueden llevarse a cabo. Ante todo debe de quedar bien definido que se trata de turismo responsable y que los turistas tienen que cargar con una cierta cuota de esta responsabilidad.

Un reto común para el desarrollo del turismo en una comunidad rural es la poca capacidad de atracción debido a la ausencia de una imagen distintiva. Con el fin de aprovechar al máximo los recursos de turismo rural ofrece, las comunidades, por lo tanto, deben utilizar estrategias cooperativas de mercadeo que les permita establecer relaciones y acuerdos del tipo ganar-ganar. Esto puede ser difícil sin la apropiada intervención de terceros, como entidades del sector público, por ejemplo, ya que las comunidades locales suelen carecen de los recursos técnicos y financieros necesarios. La participación de las organizaciones no gubernamentales, ya sea apoyadas por las autoridades nacionales o actuando con el soporte de organizaciones internacionales, han demostrado ser de gran ayuda a la hora de resolver este desafío, aunque se corre el riesgo de que en el largo plazo las comunidades locales puedan ver peligrosamente afectada su autonomía.

Las agencias locales de viajes podrían también ser participes del proceso ya que cuentan con la experiencia de saber sobre las expectativas y exigencias de los turistas. Sin embargo, las políticas de turismo responsable que estas empresas dicen implementar deben de comprobarse en el campo. En el mismo nivel se debe de mencionar que una estrategia de marca que funcione de modo cooperativo ayuda a sincronizar los factores de atracción, ya sea de las múltiples comunidades rurales o de la región como un todo. Una mezcla de negocios complementarios relacionados con cadenas de proyectos tales como rutas de turismo, puede estimular las oportunidades y la cooperación turística, por lo tanto en el apartado 1.4 se menciona como requisito de fácil acceso una distancia máxima de medio día viaje desde la comunidad hacia otros sitios aptos para el turismo.

¿Cuáles son los factores de atracción que el TRC debe de utilizar activamente? La mayoría de destinos turísticos captan visitantes apoyados en ciertos aspectos relevantes, como famosas atracciones turísticas, reconocidos puntos de referencia, impresionantes fenómenos naturales o monumentos históricos. Sin embargo, en el caso del TRC, lo que atrae a los turistas es todo lo contrario, su interés está centrado en la gente normal de una localidad, su forma de vida y en aquellos lazos históricos que los unen a sus ancestros.

Por lo tanto debe haber una clara distinción entre aquellas zonas rurales que cuenten con una o varias atracciones para ofrecer (y como tal formaría parte de las formas más tradicionales de turismo) y aquellas áreas que presentan un turismo endógeno basado en recursos primarios, no artificiales, con una fuerte connotación antropológica de satisfacer necesidades, así como de compartir su cultura y estilo de vida. En este último caso debe de evitarse, por lo tanto, una relación del tipo proveedor-cliente y potenciar, en cambio, las interacciones del tipo anfitrión – huésped, procurando que esta quede de manifiesto en los sitios web correspondientes.

Los turistas pueden ponerse directamente en contacto con las distintas iniciativas de turismo rural comunitario a través de Internet o por correo electrónico. En estos casos el proyecto de turismo puede encontrarse simplemente navegar por la web o por recomendación de personas que han estado allí. Sin embargo es más común la práctica de ponerse en contacto con un agente de viajes, ya sea en el país de destino o salida en el país de origen del turista. Las cadenas de suministro como conjuntos de redes ayudan a turistas a encontrar lo que buscan. Los agentes de viajes pueden cumplir una función de enlace y por lo tanto, es de cierta importancia que están involucrados en algún momento en el proceso de desarrollo del emprendimiento de TRC, sobre todo por su conocimiento de lo que ciertos grupos de turistas pueden o no gustar. el papel del agente de viajes como intermediario es sumamente delicado, ya que tiene que dejar claro a los potenciales turistas que una visita a una comunidad rural incluye ciertas responsabilidades. Estos agentes deben de tener, además, pleno conocimiento acerca de la realidad de estas comunidades.

Una aplicación importante es la llamada información social como resultado de la Búsqueda de Información Social (BIS). En los últimos años ha habido un aumento sostenido del número de sitios en la red en los que la gente puede hacer preguntas que les son contestadas por grupos de personas o comunidades. Uno de los primeros sitios en operar bajo esta temática fue el portal Answerbag. Desde entonces ha habido una proliferación de sitios similares, de los cuales Yahoo!Answer parece ser el más popular.

La idea es muy similar al concepto wiki, de los cuales Wikipedia es el más conocido. La idea bajo la que funcionan estos sitios está fundamentada en 4 niveles: la plataforma para que las personas envíen sus preguntas al sitio, luego, el mismo lugar sirve como sede para presentar las respuestas, lo cual va generando una comunidad que va creciendo en torno a este intercambio de información y, finalmente, las respuestas se procesan y catalogan en los distintos motores de búsqueda, lo que permite a los usuarios web encontrar respuestas para preguntas previamente formuladas como contestación a nuevas consultas. Estos portales pueden operar a nivel general o estar limitados a determinados grupos o personas que comparten intereses comunes.

Cuando hablamos de comunidad debemos usar el término en el sentido más amplio de la palabra, tanto, que a estos los sitios se les conoce como sitios QA. Este tipo de sitios hicieron su aparición en Internet a partir del 2003 y desde entonces se han convertido en un fenómeno que va en aumento, impulsado, en gran parte, por la tendencia de la gente a preguntar a través de Internet en lugar de tratar de encontrar respuestas por ellos mismos. Un número cada vez mayor de personas parecen pensar “¿por qué molestarme en tratar de encontrar una respuesta determinada, cuando a través de Internet me es posible contactar a las personas que la conocen?” Esta dinámica de preguntas y respuestas también está creciendo rápidamente en foros y plataformas de comunicación de similares características.

Las posibilidades que estos sitios proveen a los involucrados en el turismo son enormes, inclusive estos QA pueden proporcionar el vínculo necesario entre los pre-turistas y las personas o comunidades en el sitio vacacional. A través de las técnicas que proporciona los Motores Optimizados de Búsqueda (SEO en inglés) los turistas potenciales pueden encontrar mucha más información directamente de Internet, que a su vez será cargada en distintos sitios QA, llevando los datos y conceptos aún más allá, a lo largo de una nueva vía de intercambio informacional.

7.  Redes nuevas

Una vez que una población local ha decidido recibir a los visitantes dentro de su proyecto comunitario, automáticamente se crea una apertura -especie de ventana- por donde se establecen las distintas conexiones con los agentes externos, o bien servir como acceso directo con posibles visitantes u otros actores involucrados, de alguna manera, con el flujo de visitantes, el transporte o la comercialización, en fin, todas aquellas relaciones que hacen posible que el proyecto camine, conocidas como “encadenamientos hacia adelante”. Desde el punto de vista del desarrollo, tiene que darse una combinación entre el inventario de contactos externos existentes y aquellas redes externas a las que la comunidad tendrá acceso.

Un mayor énfasis en los procesos de desarrollo rural llevan a la necesidad de hacer un balance tanto de las redes existentes como de los conocimientos técnicos y experiencias previas. La pregunta de quién tiene el conocimiento y quién las habilidades debe de sentar las bases desde la cual se dispara un proceso de desarrollo. Estos dos procesos de inventarización – el del conocimiento y el de las redes internas y externas – no sólo forman la base del proceso de diseño, también indican el tipo de fortalezas y debilidades de la organización interna y su funcionamiento, y como tal, dan una idea de la formación y la educación que debe de ser internalizada dentro del proceso de desarrollo.

Además, la introducción de una novedad, como en el caso del TRC, significa que nuevos conocimientos tienen que entrar en la comunidad. La creación de capacidades es uno de los principales objetivos de cualquier proceso de desarrollo, pero también debe haber un intercambio de técnicas y conocimientos nacidos de la experiencia, los cuales se pueden distinguir tres tipos:

A. Intercambio de conocimientos existentes; las redes alcanzados fuera de una comunidad pueden mejorar los contactos con otros pueblos o personas de la región al servir como base de intercambio de opiniones e información, en otras palabras, estas redes se construyen sobre conocimientos ya existentes (también se llama integración horizontal de redes).

B. Admisión de nuevos conocimientos

B1. Del gobierno o de las organizaciones no gubernamentales

B2. De contactos en el sector turístico (organizaciones de viajes, operadores, etc.).

Diferente sucede con aquellos contactos provenientes de las instancias estatales, o de los organismos no gubernamentales, ya que estas redes promueven un flujo vertical de conocimiento orientado a la comunidad, el cual puede contener nuevos conceptos, técnicas, ideas e información. Al aplicar un proceso que hace hincapié en un enfoque integral vemos que los nuevos impulsos manados de las fuentes externas cobran gran importancia, pero primero que todo hay que establecer las redes a fin de que esto ocurra.

C. Nuevas iniciativas:

C1. Capacitación, instrucción y educación

C2. Mercadeo, difusión en internet, contabilidad, etc.

Una tercera forma tiene que ver con los encadenamientos hacia adelante, en especial con todo aquello referente a los contactos con posibles compradores, no sólo de productos agrícolas y productos manufacturados, sino, también, de los servicios turísticos, ya sea de aquellos susceptibles de ser proveídos por la misma comunidad, o bien suministrados por aquellas organizaciones de viajes que pertenecen a las redes externas.


Ya establecida entre los distintos participantes la naturaleza y motivaciones del proyecto de turismo rural, y dado el primer paso orientado hacia la adquisición de conocimiento adicional acerca de las posibilidades que el turismo puede ofrecer, se llega a la etapa de definir qué elementos nuevos se han elaborado dentro de una comunidad para adaptarse a algún tipo de actividad turística, ya sea funcionando sólo como atracción para los visitantes que llegan por un día, como alojamiento para estancias de varios días o teniendo una participación indirecta a través de la oferta de servicios y productos, como guías turísticos, mercancías agrícolas y artesanías, entre otros.

8. Requerimientos para el proceso de desarrollo del TRC

Sobre la base de las herramientas teóricas introducidas se describe cómo el desarrollo del turismo rural comunitario puede tomar lugar a través de un proceso de implementación del proyecto, teniendo en cuenta que se recomienda un enfoque integral y que estos proyectos están siendo vistos como innovaciones radicales en el entorno rural. Por lo tanto, los argumentos subyacentes para una implementación exitosa de los proyectos turísticos en áreas rurales se basan en cinco premisas interconectadas. Una vez que está establecida que una comunidad o área rural puede contener elementos interesantes para el turismo y la gente local ha demostrado su interés al respecto, todos los actores tienen que estar concientes que un proyecto de TRC puede ser exitoso si tiene en cuenta lo siguiente:

2.1 Los proyectos de TRC deben desarrollarse con la plena participación de las comunidades locales involucradas y deben depender de sus iniciativas; debe de ser la comunidad misma quien inicie este proceso de desarrollo a fin de se logre afincar como iniciativa practica dentro de la misma.

2.2 Los proyectos de TRC deben conducir a mejorar las condiciones socio-económicas y ambientalmente elevando el nivel de vida de la comunidades locales; aunque los movimientos a favor de la disminución de la pobreza han hecho bastante énfasis en los favorables efectos económicos del turismo en las zonas rurales, es necesario que estos beneficios se extiendan al mejoramiento en la calidad de vida y las condiciones laborales, así como de la infraestructura y la conciencia cultural, entre otros.

2.3 Los proyectos de TRC deben conducir al incremento de redes internas y externas, estimulando la creatividad y la adquisición de nuevos conocimientos en la comunidad;desde que se introduce el turismo como innovación radical, un nuevo flujo de conocimiento tiene que entrar en la comunidad y por lo tanto, coayudar en la formación de elementos fundamentales que fomenten la capacidad de las personas locales para hacerle frente a las nuevas tareas, servicios y tecnologías que surgirán, sin volverse continuamente dependientes de este conocimiento importado, que puede atentar, de alguna manera, contra su autonomía.

2.4 Los proyectos de TRC deben ser complementarios a cualquier otra actividad económica ya existente en la comunidad y deben construirse inicialmente dentro de la estructura organizacional existente. Esta premisa funciona, en primer lugar, como una especie de “válvula de seguridad” que ayude a verificar que efectivamente el turismo está evolucionando en una práctica imbuida dentro de la comunidad; en segundo lugar, significa que la introducción del TRC afectara de alguna manera el estado de las cosas, pero sin cambiar radicalmente la influencia, organización y estructura social de la comunidad.

2.5 Los proyectos de TRC deben producir una estructura organizativa, que designe, entre otros, a los miembros de la comunidad que estarán directamente involucrados con los turistas, así como la infraestructura turística a desarrollarse; las redes de turismo dependen en gran medida del grado de implicación personal y la vocación de servicio, como parte de la imagen hospitalaria que la comunidad ofrecerá a sus visitantes. El turismo en general depende en gran medida de los contactos personales y las redes, por tanto, es inconveniente que sea cada vez una persona distinta la que atienda los contactos que componen la red. Para desenvolverse correctamente en el turismo, al igual que en cualquier otra actividad, se necesita de ciertas habilidades especiales, pero no todos tienen que interactuar directamente con los turistas, la participación también puede ser tipo indirecto, a través de productos asociados, tales como el cultivo de alimentos o artesanías. De ahí la importancia de la gobernanza que se encargue de designar las distintas funciones y tareas a cumplir.

9. Gobernanza

Hasta ahora hemos dado un esquema, sobre la base de un enfoque reflexivo en el turismo, relativo de todos los requisitos previos que ayudan a identificar la factibilidad y viabilidad de posibles proyectos turísticos en las zonas rurales, emprendimientos iniciados y organizados por las propias comunidades. La mayoría de las acciones descritas hasta ahora han abordado la etapa preliminar y se ha argumentado que estas acciones son de fundamental importancia para que un proyecto de TRC sea exitoso. Sin embargo, parece que la mayoría de los proyectos TRC llevados a cabo hasta la fecha no han seguido este camino y mayoritariamente han seguido el tradicional discurso teórico del modelo proveedor-producto-cliente.

Tanto la literatura como los estudios efectuados alrededor del TRC, así como lo deslindado de la practica misma de la actividad, demuestran que son las estrategias defectuosas de mercadeo y la falta de gobernanza los principales tropiezos que impiden que el turismo rural alcance un desarrollo prospero. Ambas cuestiones son parte de las innovaciones radicales que tienen que darse dentro de una comunidad para desarrollar con éxito sus iniciativas de turismo. Es precisamente el elemento de organización interna (ver 2.5) y la gestión de redes externas lo que parecen causar más problemas, y más específicamente la falta de organización es uno de los temas de mayor distorsión comunitaria, que se convierte a la vez en el principal inconveniente que tienen que encarar las mujeres en las comunidades rurales.

La gobernanza, la gestión y el liderazgo son elementos que tienen que ver con la organización interna de una comunidad, así como con la forma en que se toman las decisiones. Los procesos organizacionales dentro de las comunidades están relacionados con las distintas responsabilidades y compromisos, sin estos elementos no existiría ninguna política de sostenibilidad, lo cual podría afectar la autonomía de la comunidad. Se puede llegar a desarrollar una cierta dependencia de las organizaciones externas debido a la transferencia de conocimientos, provocando así una falta de confianza que derivaría en el socavamiento del poder de decisión, y de nuevo, la autonomía. Algunas comunidades han tardado décadas para lograr que dentro de ellas los procesos de toma de decisión alcancen el necesario grado de arraigo, pero el turismo tiene el poder de revertir estos procesos drásticamente en el corto plazo y, por lo tanto, el desafío aquí es asegurar la eficaz toma de decisiones dentro de la realidad de la población local, mantener la autonomía de la comunidad y crear estructuras organizativas eficaces.

Las organizaciones comunitarias definirán durante la mayor parte del proceso en qué medida se establecerá las distintas redes y cómo estas funcionarán. La comunidad requerirá de ciertos niveles de organización interna, que generalmente implica la formación de algún tipo de asociación, cooperativa o fundación, cualquiera de estos tres modelos cumple con los marcos jurídicos mayoritariamente aceptados por las autoridades gubernamentales y ONG’s. Estas formas de organización pueden ayudar al fortalecimiento y creación de redes, pero a la vez uno tiene que darse cuenta que son estructuras jurídicas occidentales, que no siempre coinciden con las tradiciones locales y que pueden provocar la exclusión de partes importantes de la población.

10. El TRC y la sostenibilidad.

Cuando se realizan los primeros movimientos para estudiar las posibilidades de la introducción de un proyecto de turismo en conjunto con una comunidad local, las cuestiones pertinentes al desarrollo sostenible deben ser prioritarias en la agenda. El turismo ejerce presiones ambientales y los estudios de impacto deben mostrar hasta qué punto una comunidad o un área específica puede soportarlas. Aparte de los temas ecológicos, debe considerarse que la historia que una comunidad tiene para contar no cambia bajo influencias extranjeras. La historia y antecedentes de la comunidad deben de ser valorados por las autoridades respectivas, cámaras de turismo o consultores, y contrastándola con ciertas expectativas de los turistas, podría servir como parte del proceso de viabilidad de un proyecto de TRC. Esta prueba incluye la vulnerabilidad del patrimonio cultural, de sus tradiciones y costumbres y hasta que punto una comunidad, o parte de sus miembros, desea exponer estos elementos a los forasteros.

Los proyectos de TRC tienen que ser vistos como una expresión del desarrollo sostenible en sí mismos, aunque en las comunidades locales pueden surgir graves problemas a la hora de mitigar los efectos perjudiciales que el aumento en el número de visitantes puede tener en su entorno inmediato. La gestión de residuos es uno de estos inconvenientes, ya que la mayoría de las comunidades no disponen de ningún otro medio más que el basurero a las afueras del pueblo. Aunque el reciclaje es una práctica necesaria, en las zonas rurales remotas esto simplemente no es viable. Hay otras muchas restricciones – a menudo de carácter económico – para que una comunidad rural local logre alcanzar los estándares de sostenibilidad establecidos internacionalmente. Las comunidades locales pueden sentir que viven en armonía con su entorno, pero los temas ecológicos más amplios relativos a una región entera pueden exigir medidas adicionales, las cuales son susceptibles de ser consideradas por los habitantes locales como interferencia externa

Además, en la mayoría de las comunidades rurales existen personas que se preocupan por su entorno natural como parte de su supervivencia, y por lo tanto, son conscientes de la solidaridad que ha de tenerse con las generaciones futuras, pero esta solidaridad podría ser alterada por la presencia de turistas, especialmente cuando hay demasiados de ellos. Una población local podría renunciar a parte de esta solidaridad bajo la presión del turismo, las perspectivas de ganancias financieras, las autoridades gubernamentales y los inversores privados.

El desarrollo del turismo sostenible en las zonas rurales ha capturado el interés de las autoridades de gobierno y de las organizaciones de viajes, pero esto no siempre se ha sido traducido a la práctica. Puntos de vista más tradicionales en el sector público invitan a pensar en el corto plazo, y a menudo parecen negar algunos de los conceptos básicos del turismo rural comunitario: una comunidad local que se encuentra con una comunidad de turistas en un intercambio en el cual no media ninguna compensación económica. Del mismo modo el sector privado coincide con que el enfoque económico y la lógica vinculación de turismo rural con el desarrollo sostenible pueden ser bastante ilusorios, pues en general el turismo rara vez se ha distinguido por ser sostenible o tener una visión de desarrollo a largo plazo.

La débil capacidad del Estado para garantizar la integridad completa de los ecosistemas protegidos, aunado a la necesidad de generar alternativas productivas en las áreas de amortiguamiento, hacen que la opción de un turismo sostenible gestionado por las propias poblaciones vecinas se convierta en una posible solución al eterno conflicto entre conservación y desarrollo. El TRC, por lo tanto, se puede transformar en una herramienta sostenible que puede servir a los propósitos de los distintas partes interesadas, tanto a nivel nacional como regional.

 Observaciones finales

Los proyectos de TRC se han valorado esencialmente en relación a su impacto económico, pero hasta ahora se ha prestado poca atención al hecho de estimar este tipo de proceso de desarrollo desde el punto de vista del turismo: el papel de los turistas, la relación entre estos y la comunidad, así como las oportunidades que se abren para ambos. El poco éxito alcanzado, en cuanto a número de visitantes, por la mayoría de los proyectos de la TRC en los países en vías de desarrollo, parece estar relacionado con los pobres esfuerzos llevados a cabo en las áreas de gobernanza y mercadeo. La práctica ha demostrado que los proyectos de turismo rural dan al traste principalmente por causas económicas, por lo tanto, estos emprendimientos deben centrarse en aspectos que vayan más allá de lo meramente financiero. Los ingresos adicionales son siempre necesarios y bienvenidos, pero existe, además, la posibilidad de ampliar redes, abriendo así la puerta a la innovación y la creatividad, propiciando con ello el arribo de nuevas oportunidades de desarrollo y logrando los pobladores locales el beneficio adicional de adquirir un mayor grado de consciencia acerca de su cultura y forma de vida; el turismo, por lo tanto, es una manera de expandir horizontes, no sólo para los turistas, sino también para las comunidades locales que pueden entrar en contacto con un mundo ajeno al suyo.

Sin embargo, los obstáculos encontrados en las áreas de gobernanza y mercadeo pueden tomarse como síntomas de un problema con raíces más profundas. En el caso del mercadeo, para ser más precisos, su deficiencia parece estar directamente relacionada con la ausencia de estudios preliminares acerca de lo que podría ser ofrecido a los turistas y de lo que la comunidad tiene para contar. La falta de claridad en estos aspectos puede llevar al problema de cómo decidir qué es mejor para una comunidad y cómo configurar las estructuras organizativas correspondientes.

El denominador que todos estos problemas tienen en común parece radicar en cierta actitud reinante de avaricia con que los actores externos tratan a los turistas como “se deben de sacar provecho de ellos” y esta actitud ha llevado hacia un proceso de desarrollo en el cual los factores económicos son predominantes, conduciendo a una falta de comprensión de los mecanismos que hacen que el turismo sea realmente provechoso, y no solo en términos económicos. Cuestiones como el flujo de ingresos son muy importantes siempre y cuando sean concebidos sobre la base de los principios de un turismo responsable, y es igualmente crucial que las tareas específicas deben establecerse de acuerdo a un bien diseñado plan de gestión, el cual debe de basarse a su vez en una infraestructura turística acordada de antemano por las partes interesadas. Además, las iniciativas emanadas del sector público y privado deben de observar un mayor conocimiento de las verdaderas posibilidades y fortalezas de la comunidad, ya que es el patrimonio natural y cultural de estas comunidades lo que está en juego, sobre todo cuando es justamente la riqueza de ese patrimonio lo que atraja a los turistas hacia ellas.

Los sectores público y privado han sido de vital importancia para el TRC, pues sin ellos los procesos de desarrollo de las iniciativas rurales son difíciles de prever. Lo mismo sucede con los programas de capacitación, que conforman un elemento importante de preparación a fin de que las comunidades puedan cumplir con las tareas que tienen por delante. Un enfoque vertical no tiene cabida en este particular, ya que el TRC consiste en un encuentro voluntario entre los lugareños y los turistas y la base este encuentro no está fundamentado en razones de índole monetaria. La visión tradicional del turismo como la relación entre proveedores y clientes no se puede aplicar completamente a la realidad del TRC. Visualizar a los turistas como clientes que solo valen por su dinero y a los anfitriones como proveedores que tratan de sacar tanto provecho como sea posible es una concepción que lamentablemente todavía norma en muchos manuales o discursos académicos que tratan sobre el tema del desarrollo rural comunitario. Uno tiene que darse cuenta de que en el entorno del TRC lo que la mayoría de los turistas pagan por alojamiento y alimentos, combinado con algunos bienes adicionales tales como honorarios por servicios de guías o entrada a los lugares de interés turístico específico, no cubre lo que esencialmente los visitantes han venido a buscar: apreciar la vida comunitaria, la cultura local y los paisajes rurales, generando así experiencias que no tienen precio.

Se trata de turistas urbanos posmodernos que desean tener un encuentro con una población rural, mas este turista tiene que entender que el único estatus que tendrá dentro de esa comunidad es el de visitante. Es importante para cualquier proyecto de TRC que los pobladores locales mantengan el tipo de hospitalidad que les caracteriza y que no se vean obligados a cambiar esta situación por un paradigma del tipo cliente-proveedor (como a menudo dictan los manuales turísticos de hospitalidad), en tanto que los turistas deben de tener en cuenta que no están ahí para ser servidos, sino que tienen que comportarse como visitantes en un ambiente que no les es propio. La lógica del dinero no debe aplicarse como el único elemento tendiente a preservar lo que hace que el encuentro entre las dos partes sea único y especial. Sin embargo, las organizaciones de viajes en general, ven los proyectos de TRC como atracciones susceptibles de ser vendidas a turistas, asegurándose de que los lugareños ofrezcan “satisfacción completa del cliente” – sea lo que sea que eso pueda significar dentro de un contexto rural.

Tanto las organizaciones de viajes, las ONG’s y el sector público en general, deben de comprender que la combinación del pensamiento económico y las perspectivas socio-psicológicas que comparten turistas y locales no debe de ser una tendencia a futuro, sino que deben de ser parte de la realidad actual de los proyectos sostenibles de turismo rural.

La visión de que un enfoque socio-psicológico, y no solamente los motivos económicos, sea los que determine la esencia del TRC, puede ser impugnada por muchos y efectivamente esta postura tiene que ser aún probada cabalmente, sin embargo, los primeros indicadores nacidos de la practica apuntan claramente en esta dirección. El objetivo principal de este artículo es invitar al mundo académico a dirigir sus intereses hacia estos aspectos del turismo rural comunitario, así como a revalorizar el papel que los turistas deben de jugar en él. Las opiniones expresadas en este artículo están también dirigidas a aquellos que trabajan en el campo del turismo para que empiecen a apreciar la actividad desde una perspectiva diferente y para iniciar así el entendimiento de que el beneficio económico no debe de ser el objetivo único, siendo el TRC un buen ejemplo para demostrar ese punto. Finalmente, las experiencias de aprendizaje, que tanto las comunidades locales como los turistas puedan adquirir no se restringen al ámbito particular de estos, sino que aplican para la comunidad académica, organizaciones de viajes y sector público por igual.

Agradezco al Dr. Eduardo Costa Mielke de la Universidad de Rio de Janeiro por sus observaciones, mejorando la calidad del artículo.

Este sitio no es comercial y no genera ingresos, por lo tanto se agradezca a las personas que lo usan activamente (trabajadores en turismo, estudiantes o académicos) por hacer una donacion, pequeña y simbólica como sea, por medio del botón DONATE (sistema Paypal) al final de este página

 

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3 Respuestas a “Turismo Rural”

  1. Excelente artículo y muy didáctico.
    Gracias.

  2. Me ha ayudado muchisimo su articulo para tener una gran idea para mi proyecto de universida, excelente. Gracias.

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Las Certificaciones de sostenibilidad

LOS CERTIFICADOS DE SOSTENIBILIDAD TURISTICA Y SUS IMPACTOS EN EL MERCADEO.

En este artículo mostraremos las ventajas y desventajas de los Certificados de Sostenibilidad Turística (CST). Una de las conclusiones en tomar en cuenta es que a pesar de que aun falta bastante tiempo para que la práctica de la certificación sea ampliamente conocida y aceptada entre los turistas, los partícipes en los destinos turísticos podrían sacar ventaja de la incertidumbre que actualmente provoca entre los turistas elementos como el de la sostenibilidad, la certificación y la autenticidad.

8 Respuestas a “Las Certificaciones de sostenibilidad”

  1. una vez mas felicitaciones por un artìculo completìsimo que nos invita a profundizar acerca de los temas de la más actual agenda del turismo.
    Por una parte, me parecio interesante el analisis de las complicaciones que existen para poner en práctica las CST, porque es poniéndolas en evidencia que se pueden trabajar.
    Y por otro, me pareció muy completa la exposición de los diferentes impactos que tienen sobre el turismo y el mercado turistico, debido, creo yo y corríjame si me equivoco, a la creciente necesidad en la conciencia colectiva de preservar los recursos naturales, que genera la distinción y elección de destinos turísticos donde se garantice el desarrollo sostenible. Y a efectos de esto último, las CST son una herramienta fundamental.
    Y fíjese que a propósito hablo de la conciencia colectiva y no de la preocupación real, que es la que puede tener un ambientalista, ya que esta necesidad que mencioné es tan creada por la propaganda y publicidad que se ha difundido en los medios de comunicación, como lo es la de consumir los productos del capitalismo. Si de verdad queremos proteger el medio ambiente, cuidémonos de no tirar una bolsa de plástico en las reservas naturales, o de no malgastar el agua todos los días. Y no de si el lugar donde vamos a vacacionar por 15 días está calificado de “sostenible”.
    Pero volviendo a su artículo, muchas gracias por invitarme a leerlo y por compartir esta información. Saludos

  2. He disfrutado la lectura de este amplio artículo y felicito a su autor.

    Me corresponde en la actualidad administrar Mar y Selva Ecolodge, el que ostenta 4 niveles de certificación para la sostenibilidad turística.

    Ha sido de especial interés para mí el abordaje del tema de los CST como instrumento de mercadeo y su impacto en las ventas de los hoteles que ostentan niveles de certificación.

    Considero que la práctica de conductas eco-amigables debe ser un proceder habitual de todas las empresas y el reto de negocios es que nuestros clientes se involucren también con ellas sin considerarlas aburridas o coactivas.

  3. Muy interesante el articulo Marinus C. Gisolf y gracias por hacerme llegar el link para leerlo. Comparto mcuhas de las ideas que expones y en especial me gustaría incidir en que todavía las certificaciones tienen que ser catalogadas desde el punto de vista de la empresa como algo voluntario y para mejorar el comportamiento interno. Aunque cada día somos mas los que buscamos este tipo de sello y el turista responsable esta en aumento todavía es un mercado pequeño. La buena noticia es que cada dia somos mas y que implantar un sistema de certificación no solo debe hacerse por marketing o por atraer turistas por un sello en particular sino por lo beneficios que un sistema bien aplicado puede reportar a la empresa. Reducir las emisiones y por lo tanto los consumos, conocer mejor las necesidades de nuestros grupos de interés, estar al dia en cuanto a legislacion y futuros cambios, en general estar mejor preparado para los imprevistos! Un saludtio y enhorabuena por el post! Te dejo link a mi blog donde he desarrollado varios articulos en referencia a diversos sistemas de certificación en sostenibilidad! Sustainable Thinking http://royortiz.wordpress.com

  4. En verdad es un tema muy importante el que tomas, resulta ser que la actividad turistica debe verse integrado por estos factores para mejorar po ngamos el tipico ejemplo de que costa rica es un pais verde pero si los hoteles no se preocupan por ser responsables y ayudar economicamente, ambientalmente y internamente al ambiente de que sirve yo actualmente trabajo como Consultor en el Área de Cst pero el costo de una asesoria es muy elevado y muy pocos la solicitan es por eso que gente que no tiene conocimiento en estas areas termina obteniendo resultados razonables pero no excelentes y aveces se deja de lado todas cosas que importan. ACTUALMENTE SE MANEJA UN SISTEMA DE DIGITALIZACION EN LO CORRESPONDIENTE AL CST DE ESTA MANERA SE REDUCE EL DESPERDICIO DE PAPEL Y LA FALTA DE JALAR Y ARCHIVAR ESTE MATERIAL CUALQUIER DUDA O CONSULTA PUEDEN ESCRIBIRME AL CORREO marlon-turismo@hotmail.com

  5. Buenas a todos
    Felicito a Marinus por el artículo y le agradezco por enviarme el link para poder leerlo.

    El CST es algo con lo que siempre me querido identificar, sin embargo desde mi punto de vista he detectado que en los últimos 2 0 3 años el CST viene siendo más como un tipo de “moda” entendiedo a esta como algo muy habitual en hoteles principalmente, como un instrumento de identificación respecto a otros hoteles que quizás no lo tienen.

    Tal y como lo mencionas en el artículo, el CST en un hotel actualmente no garantiza que dicho hotel tenga prácticas realmente sustentable con el entorno, los sistemas de verificación en este caso del ICT son poco eficientes, ya hemos visto casos de grandes hoteles con 5 horjas, calificación más alta y con un tratamiento inadecuado de sus desechos, esto para dar un ejemplo.

    Por tanto, considero que hasta cierto punto muchos hoteles vieron el CST con una determinante en cuánto a competitividad, no así como una idea de plantear y ejecutar buenas prácticas.

    Tal vez el mercado actual de turista responsable no sea tan grande, pero sí va en crecimiento, hay muchos factores que van influyendo en el turista actual para cambiar su forma de hacer turismo, y que por tanto se ve cada vez más interesado en visitar o hacer uso de empresas con CST.

    De momento ese sería mi comentario,
    Saludos Marinus C. Gisolf

    Juan Diego
    Gestor de Turismo Sostenible
    Universidad Nacional/UNED

  6. El artículo ha sido muy interesante y refleja la problemática actual.

    Creo que justamente el mayor desafío actual es pensar a largo plazo, trabajar intensamente en estas cuestiones de cómo reflejar la importancia de la sostenibilidad en el propio turista.

    Considero que son procesos que requieren extenderse en el tiempo, donde a poco tanto los profesionales del turismo se van dando cuenta y aprendiendo del tema.

    Lo mismo ocurre y ha ocurrido en otros sectores económicos y que han ido ganando espacio en la vida cotidiana: por ejemplo, la comida orgánica. En la actualidad, cada vez son más las personas que están sensibilizadas sobre sus beneficios, independientemente que sean consumidores o no de esos productos.

    En turismo sucede lo mismo, de a poco los destinos y los turistas van conociendo los beneficios de la conservación y de la sostenibilidad. Por lo tanto, será un hermoso desafío a futuro, y todos los que creemos en ello, tendremos un arduo trabajo que concretar.

    Saludos desde Argentina,

    Federico Esper
    Director de Espertise Investigación+Innovación
    Buenos Aires, Argentina

  7. prueba de calidad de orbelink

  8. Me parece que el articulo esta muy bien hecho, es muy interesante y toca ciertos puntos importantes. Tiene razon en asegurar que las empresas pequenas estan bajo mas presion economica que las grandes al tratar de instaurar una certificacion como el CST. Estoy de acuerdo tambien con que el CST tiene muchas vulnerabilidades que la hacen un poco compleja y a veces inadaptable a ciertas circunstacias que viven las empresas turisticas en el contexto de Costa Rica.

    Sin embargo, pienso que por algo habia que empezar y luchas por la diferenciacio a nivel de sostenibilidad es una buena estrategia que tal vez no se vea de forma cuantificable el dia de hoy, pero que en un futuro cercano se vera. El ICT debe hacer una mayor inversion de promocion en el exterior y de sus certificaciones CST, ademas de dar un mayor incentivo a las empresas turisticas para su implementacion y que asi se vea de forma contable.

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EL TURISMO ‘NEW AGE’

Introducción.

Como parte de mis estudios sobre la reflexividad en el turismo, presento el fenómeno llamado Turismo de la Nueva Era o New Age y al mismo tiempo trataré de demuestrar cómo ese tipo de turismo nos da indicaciones y señales de desarrollos futuros en el sector turístico.

5 Respuestas a “EL TURISMO ‘NEW AGE’”

  1. Ya leí el artículo, muchas gracias por teneme en cuenta, y no esperaba menos que la reflexión a la que me llevó…
    en una parte usted dice y muy bien, que en la era posmoderna “ya no hay más los lazos histórico culturales que nos atan a ciertos lugares, identidades, colores y olores típicos, costumbres, la correlación con la tierra, el significado de la luna y el sol, así como las creencias que de estos elementos se derivan”…lo cual se puede aplicar al turismo, por supuesto, de hecho no hace falta que lo haga aquí porque está en el artículo, y al respecto diría que la concepción del tiempo y el espacio de vacaciones se transformó con la nueva era. Es bastante paradójica la temática, ya que, por una parte se busca con nostalgia la identidad y se recurre a las raíces históricas, pero a la vez se pretende hacer eso consumiendo porductos totalmente estandarizados y adaptados para que resulten “atractivos”…
    Ahora bien…otra cosa que me gustaría agregar es…se podria decir que el turista busca no sólo identificarse a si mismo, sino encontrar una identidad en los destinos que visita cuando, por ejemplo, viene a Buenos Aires y toma clases de tango, a pesar de que con la era posmoderna podría hacerlo en cualquier parte del mundo? Que opina usted?
    Mucas gracias una vez más por compartir sus artículos e invitarnos a pensar nuevas formas de hacer turismo.

    • Hola Paula,
      Gracias por suy correo y sus observaciones.

      Su pregunta es dificil y facilmente se puede escribir otro articulo sobre el tema de la busqueda de la identidad, además es un tema de la psicología y no soy psicólogo.

      Creo es importante resaltar que simultaneamente en el turismo hay muchos tipos de turistas diferentes, por ejemplo de estilo colonial, preomodernista, moderno o posmoderno – para mencionar algunos. Es obvio que los estilos mas antiguos estan disminuyendo. Dentro del posmodernismo mencione el grupo llamado New Age que justo a nivel de busqueda de identidad sigue un camino distinto a los demás turistas que se pueden llamar posmodernos.

      Estoy de acuerdo con su observación de la paradoja existente en el turismo posmodernista donde los elementos de responsabilidad ambiental y social se mezclan con el lujo y confort que muchos turistas exigen. La creciente incertidumbre que la gente siente por el presente y el futuro les empujan a sentir una especie de nostalgia por un hermoso pasado de autenticidad idealizada. Los turistas de las sociedades occidentales viajan a menudo a países del tercer mundo tratando de encontrar algo de ese pasado en pequeños pueblos y ciudades donde el tiempo parece haberse detenido.

      Al respeto de las clases de tango: Los turistas pueden tomar clases de tango en Buenos Aires y lo que tenemos que entender que hay una gran parte de ellos que lo hacen no por aprender a bailar tango, sino por tener la experiencia de aprender y experimentar el sentido del tango en su lugar original. O sea se trate de una busqueda de experiencias exclusivas, lo que en sí mismo no esta relacionada directamente con la busqueda de identidad. Esta exclusividad que estan buscando mucho turistas se relaciona en un mundo posmoderno más que todo con la experiencia auténtica que afecta al turista emocionalmente. La actividad del baile en la cuna del tango les da esta sensación de exclusividad de experiencia y por eso se trata de una autenticidad existencialista.

      Ojala esta breve observación le ayuda.
      Saludos,
      Marinus

  2. Gracias Marinus por compartir este interesante artículo sobre Turismo New Age, estoy gratamente sorprendido de sus análisis respecto a las necesidades del turista del postmodernismo. La necesidad de alejarse de lo ficticio y buscar la naturaleza y la autenticidad a través de paisajes y culturas, que ofrezcan la magia de alimentar las emociones internas de los turistas, es una tendencia que se ha ido fortaleciendo en los últimos años.
    En Chile hay experiencias interesantes que reafirman esta nueva tendencia del turismo New Age. Una de ellas se manifiesta claramente en el Valle del Elqui (500 kms. al norte de Stgo.). Aquí los visitantes van en la búsqueda del turismo místico y mágico que se produce, según sus habitantes, por el traslado del magnetismo universal a 30 grados del hemisferio Sur. Algunos turistas internacionales después de visitar este valle han decidido regresar e instalarse a vivir allí. Aquí le dejo un link para que conozca algo más de este lugar: http://elqui.espacioblog.com/
    Un fenómeno muy similar se puede observar con el turismo hacia: Easter Island (Isla de Pascua) y San Pedro de Atacama, dos destinos anclas de Chile. Aquí, el visitante experimenta emociones de autenticidad al sentir la cultura ancestral viva en el lugar, con las cuales sus ritos y manifestaciones se vivencian en plena armonía con la naturaleza. Estos destinos demuestran también, la necesidad del turista del postmodernismo de experimentar “experiencias” que inspiran sus emociones interiores.
    Podemos concluir por ahora, que la tendencia del Turismo de la Nueva Era se esta manifestando en el deseo del turista postmoderno de acercarse a la naturaleza y desarrollar emociones en armonía con el entorno.
    Una vez más, gracias Marinus por este interesante artículo y estaré atento a compartir y contribuir con mis comentarios y experiencias en los próximos temas.

    Saludos cordiales,

    Anibal Muñoz
    Director
    Natufagus Consulting

  3. buenos dias, muy bueno el tema tratado.. pero pregunto: ¿”new Age” es un agregado inventado del que lo escribe o hay alguna fuente cientifica con respaldo que ya lo este declarando como tal? porque me parece que el termino no esta bien definido ni tampoco es el correcto al definirlo,,,, tienes muchas mezclas con las demas definiciones que la Organizacion Mundial del Turismo establece.

    • Hola Gabriela, Gracias por su correo. Con el término “New Age” se refiere mas que todo a los movimientos occidentales espirituales, metafísicos o de auto-ayuda que surgen desde los anos sesenta. El término es ampliamente usado a nivel académico, a pesar que su definición es poco preciso, por el hecho de que se trata de un movimiento, que cambia continuamente, pero se desarollo dentro del conocimiento alternativo existente.-
      Gracias por su interes – Marinus

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La Sostenibilidad y el Turismo

Existe un elemento muy importante en el turismo, de lo cual el turista normalmente no se da cuenta: el desarrollo sostenible, la conservación de la naturaleza y el papel que juega una población local en el turismo. Las influencias y huellas que deja el turista no se toman en cuenta al momento que el turista evalua sus vacaciones y son pocos los turistas que tienen algún interes en hacerlo. La razón es sencilla: en hacerlo no se satisface ninguna necesidad. Hay un grupo muy pequeño de turistas, que se encuentra en la Escala de Estilo de Vida al lado izquierdo, que demuestra algún interés en esta materia.

¿Cuantos turistas existen que después de sus vacaciones se sientan para reflexionar sobre la sostenibilidad de sus vacaciones? ¿O sobre la falta de ella? Me temo que hay muy pocos. Lo que pasa es que los turistas pueden observar casos claros de falta de consideraciones ecológicas sin sacar conclusiones. Como parte de la evaluación continua durante las vacaciones, un turista puede sentirse culpable, cuando luego de varias horas de viaje a través un paisaje seco y árido llega a su hotel con jardines exuberantes, piscinas y las regaderas funcionando por todos lados. El turista más insensible lo nota. La relación entre los ricos y los pobres es otro tema que los turistas pueden cuestionar espontáneamente. Existen muchos turistas que les gusta tomar fotos de gente pobre, porque les da un toque de aventura a las vacaciones, pero al mismo tiempo puede ser que averiguan como pueden hacer una contribución a un proyecto para aliviar la pobreza. Sin embargo hasta alli llega el sentido de sostenibilidad de la mayoría de los turistas.

Hay dos caminos para cambiar esta situación. El primero es asegurar que el turista desarrolle una necesidad para jugar un papel en la mitigación de sus huellas que deja en un país. Ayudar a salvar el planeta puede ser una motivación válida.

La práctica demuestra que cuando más un turista sea confrontado con las prácticas sostenibles, mas interés desarrolla. Cuando un hotel hace la separación de la basura para su reciclaje y el otro hotel no lo hace, los turistas se dan cuenta y pueden cuestionarlo. Por otro lado, el número de turistas que realmente quieren saber cómo un hotel calienta el agua, trata las aguas negras o si el personal es de la zona, es ínfimo. El uso de los materiales de construcción es otro punto donde el turista normalmente se fija primero que todo en la comodidad y no en la aplicación ecológica.

Por otro lado, a los turistas les gusta ser críticos y ser consultados sobre sus opiniones. Una mejor preparación puede ayudar a los turistas ser más críticos, lo que puede crear una necesidad que es satisfecha por medio de encuestas u otras formas para expresar sus opiniones.

La segunda opción es no esperar hasta que un turista desarrolle una necesidad hacia la implementación de medidas sostenibles, si no simplemente implementar algunos códigos de conducta obligatorios que los turistas tienen que estudiar antes de sus vacaciones (Internet!) y de los cuales tienen que demostrar su conocimiento. Cuando en 2001 después del desastre de las torres gemelas, los aeropuertos introdujeron muchas medidas de seguridad muy estrictas en nombre de la seguridad nacional de los EEUU, entonces no hay ninguna razón porque no se puede introducir medidas estrictas a favor del desarrollo sostenible en nombre de la salvación del Planeta.

Las dos opciones pueden resultar en experiencias vacacionales positivas y las dos necesitan mucho más atención de todas las partes involucradas.

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La Sostenibilidad y el Turismo

RESUMEN

La relación entre el desarrollo sostenible y el turismo es el tema de este artículo. Para eso miramos primero cuales son los antecedentes y el por qué de la sostenibilidad. La discusión sobre la sostenibilidad comenzó porque una cierta cantidad de asuntos están andando muy mal: la biodiversidad está disminuyendo, las capas de ozono están siendo afectadas, las consecuencias del efecto invernadero comienzan a sentirse, diversas poblaciones están  marginándose y hay paulatinamente tantos síntomas que parece una enfermedad. El principio de sostenibilidad ha sido desarrollado como una respuesta a toda esta problemática. Para poder ver cuán profundo estos destructivos elementos están arraigados, principalmente en las sociedades occidentales, y porqué ha nacido la necesidad de mirar nuestro medio ambiente con otros ojos, vamos a exponer, en trazos generales, los diferentes elementos desde una perspectiva histórica.

La problemática

Desde el punto de vista jurídico es interesante ver como el papel de nuestro medio ambiente ha cambiado con los tiempos. Lo importante, entonces, son los asuntos que forman parte del subconsciente colectivo de toda una sociedad o de un gran grupo de personas que comparten el mismo medio ambiente. Como se ve – desde un punto de vista jurídico -  el concepto sobre el medio ambiente y la naturaleza ha cambiado considerablemente a través de los siglos. El derecho romano hace distinción entre dos importantes conceptos: un asunto o un bien no pertenece a nadie o hay cosas o bienes que les pertenecen a todos. Estos conceptos son conocidos en el latín como res nullius y res comunis. La mariposa que revolotea despreocupadamente no tiene un propietario; no obstante, en el momento en el que se le captura, obtiene un propietario y pierde su calidad de res nullius y se convierte en un bien. En el caso de res comunis pensamos en cosas que nos pertenecen a todos, como el aire que respiramos, la luz del sol o el mar. Estas cosas nunca han tenido un solo dueño. Cuantas más personas haya en el mundo más fuerte será la tendencia a que menos cosas pertenezcan a la categoría res nullius y de que los bienes que nos pertenecen a todos se tornen mas relevantes y que quede claro que la naturaleza, en la forma de flora y fauna, fue contada originalmente como un res nullius.

El ser humano siempre se ha organizado con respecto a su medio ambiente, estructuras económicas o sociales han sido originalmente establecidas para garantizar un lugar en el medio ambiente y en la naturaleza, y es esta relación de las personas con su entorno la que ha sido sometida a  fuertes cambios a través de la historia. Desde el inicio de su desarrollo el homo sapiens tuvo que competir con todos los otros animales en la naturaleza para conseguir alimento. La naturaleza no tenía dueño, las personas formaban parte de la naturaleza y el concepto ‘propiedad’ no se había inventado. Con la evolución de la agricultura el hombre se hizo consciente de que había asuntos en la naturaleza que sí pertenecían a un grupo determinado de personas, asuntos de los cuales los animales tenían que ser excluidos. En términos jurídicos el hecho de excluir forma la base del concepto de propiedad.

Los efectos negativos que la agricultura y la ganadería hubiesen podido tener se suavizaron con el hecho de que el ser humano (y pensamos entonces hace 10 o 20 mil años) se sentía como una parte de la naturaleza. La magia de cultivar y la relación con la tierra estuvieron insertados primeramente en la conciencia que los humanos tenían del medio ambiente. Desde el momento en que el ser humano dejó de ser nómada y comenzó a establecer pueblos – que después se volverían ciudades – la relación con la naturaleza y el medio ambiente cambio paulatinamente. El uno y el otro son el resultado del concepto Divino y la creencia del ser humano como Su creación.  Esta visión del ser humano en el centro del universo también ha llevado hasta el desarrollo de la propiedad privada. Las personas se crearon el derecho de tener algo, del que todo el mundo es excluido – un proceso, que especialmente en el mundo occidental sería de mucha importancia. Mucho más tarde en la historia de la humanidad se presentó la necesidad de proteger a res nullius hasta un cierto punto, por lo que aparecieron las figuras de propiedad del estado y propiedad pública. Esto es válido para los bienes de los cuales una cierta población tiene el derecho de no ser excluido, pero el resto de las personas sí. Así como lo veremos más adelante en esta parte, también juegan un papel importante las razones económicas: la naturaleza – aún en muchas regiones un res nullius y por lo tanto sin valor económico – en el momento en que es capturada, cortada o disparada se convierte en propiedad con un valor comercial. Desde el siglo XVII los conceptos de propiedad privada y de propiedad pública se han desarrollado hasta tal medida, que la propiedad privada ha recibido un carácter absoluto y casi se ha convertido en intocable, por lo que la relación medio ambiente-naturaleza-sociedad se quebró, como también la responsabilidad de la comunidad hacia ese medio ambiente: el derecho de propiedad se concibe actualmente como el derecho de destruir los propios bienes. A pesar de que en tiempos lejanos existían ya  acuerdos acerca de como un ser humano tenía que tratar su medio ambiente, la necesidad de posesión hizo que esa relación – y con ella un enorme trozo de solidaridad social – se fuese perdiendo a favor de la intocable propiedad privada, hasta el punto de que cualquier intromisión de personas, medio ambiente, u otras consideraciones necesarias para la conservación de una sociedad, quedan completamente excluidas. Y con eso viene a hablarse de que la propiedad privada se vea en parte como un derecho para el futuro de los miembros familiares. En las sociedades occidentales existe la tendencia sobre todo debido a las altas seguridades jurídicas, los seguros de vida y los altos impuestos sobre las herencias, que el futuro de las generaciones siguientes sea en una menor medida una fuente de preocupación. Con todas las así llamadas seguridades, todo saldrá bien, piensa uno entonces. La disminución del interés religioso como consecuencia, el vivir en el presente como moda, el sentimiento de que “solo se vive una vez”, el cada vez más dominante papel de “esto es mío y nadie puede tocármelo” comienzan a dominar. El sentimiento de propiedad privada en el mundo occidental va tan lejos, que ni siquiera los hijos o nietos se involucran en esto. La propiedad privada forma un casi indisoluble todo con el ego de las personas y no solamente las consideraciones sobre las generaciones futuras juegan un papel marginal, sino también la solidaridad con el prójimo y con el medio ambiente han desaparecido en una gran parte. Las cosas o asuntos que no tienen un dueño casi no existen y aún los asuntos que corresponden al res comunis están bajo una fuerte presión, no solamente por la contaminación, sino también por la cada vez creciente tendencia, de que todo en este mundo se tipifique, de una u otra manera, como propiedad – ya sea propiedad privada o del estado. El agua potable es un ejemplo de esto.

Desde el punto de vista económico en las economías mercantiles el concepto de riqueza se limita solamente a lo que tiene valor en el mercado. Bienes o servicios, de los que el valor no puede ser expresado en dinero, no figuran dentro del concepto de riqueza. Esto significa, entre otras cosas, que la naturaleza no se toma en cuenta dentro del concepto de riqueza, ya que por lo general no representa un valor comercial. A raíz de esto la destrucción de la naturaleza no se ve como una pérdida. Por el contrario, esta destrucción forma parte importante del incremento de la riqueza, desde el punto de vista de las economías de mercado.

Esto no siempre ha sido así. En los siglos anteriores las economías orientadas al capital no estaban dirigidas al valor de las cosas, sino que también existía el lado del contenido desde el punto de vista del capital. Una iniciativa demanda una inversión y esto debe llevar hasta una producción de bienes. Con capital se produce. No obstante este concepto de contenido ha retrocedido especialmente después de la segunda guerra mundial, mientras el lado formal – el valor de algo será estipulado por el mercado – ahora prevalece completamente. Esto ha conducido en forma creciente al uso del capital para ganar más dinero sin ser realmente productivo. El especular en la bolsa es un claro ejemplo de un juego con dinero con el que unos se vuelven más rico y otros más pobres. El comercio en bienes raíces, el sector de seguros, así como el comercio del mercado de divisas pueden ser ubicados dentro de este contexto. Cuánto ganan las personas es lo primordial y no cuánto alguien produce, ya sea física, mental o culturalmente.

La presión en aumento en las economías de mercado para reproducir capital ha llevado, entre otras cosas, a cada vez más cortos ciclos de producción. Principalmente en dos maneras se ha realizado esto: Por cuidar de que un producto tenga una duración corta o por agregarle un elemento de moda, por lo que este producto después de un tiempo – cuando ya sea que esté obsoleto o pasado de moda – perderá su valor en el mercado y tendrá que ser cambiado, aunque aún se encuentre en un buen estado. Así pues, para seguir produciendo a un ritmo cada vez más alto, y para estar a tono con el mandato de producir ganancias cada vez más rápido, tiene que haber una producción creciente, constante y sostenida. Las consecuencias que esto acarrea para la naturaleza son de 2 clases:

Sustractivas: las materias primas son sustraídas de la naturaleza a un ritmo creciente e insostenible.

Polutivas: hay una montaña de desechos de lo producido que crece rápidamente y que es “devuelta” a la naturaleza de una manera cada vez más rápida.

Ambos efectos conducen a la destrucción de la naturaleza, pero esto no es visto como una pérdida económica sino más como una pieza armada necesariamente para crear más riqueza y desarrollo.

Las economías mercantiles se han dado cuenta de que la naturaleza no puede ser reemplazada y que la reproducción de ella es lenta. Esto significa que si a largo plazo el capital quiere asegurar su propia reproducción, tiene que tomar medidas para proteger la naturaleza. Esto ha llevado a un curioso resultado, como lo es que en muchas economías de mercado se ha invertido mucho en la protección y en la “reparación” de la naturaleza destruida, a pesar de que esa naturaleza misma aún no tenga un valor de mercado y de que la destrucción de esta por lo tanto no se pueda medir en un sentido económico. La limpieza de un río contaminado genera riqueza, mientras la contaminación original nunca se registró como pérdida. Desde el punto de vista técnico del mercado, se invierte en la protección de algo que desde este mismo punto de vista mercantil no existe.

Son estos criterios económicos de mercado los que principalmente durante los últimos 150 años han estado en auge y son igualmente culpables de la gran destrucción de la naturaleza.

La humanidad libra una batalla desigual con la naturaleza. Durante la segunda mitad del siglo XX  la cantidad de especies animales se ha visto disminuida en casi un 30%. No obstante, en ninguna parte del mundo esta merma en la biodiversidad aparece anotada como una pérdida económica. Que quede claro, que durante este período los límites de la sostenibilidad  fueron sobrepasados y la velocidad con la que  la naturaleza se recupera ahora está muy lejos de igualar del ritmo con que el capital se renueva. En otras palabras, usamos de la tierra más de lo que ella nos puede dar. Nuestro planeta tiene sus limitaciones en lo que se refiera a la utilización de los recursos naturales, así como a la recepción de desechos sólidos y CO2, entre otros elementos polutivos. Los fundamentos de las economías de mercado no obstante cierran los ojos al mantenimiento y cuido necesario de la tierra. La gente se ha concentrado en la producción de ganancias hasta tal punto, que todo lo otro lo ha subordinado a este acto, e incluso ni se ha preocupado por las consecuencias que esto pueda tener para nuestro planeta y su futuro inmediato. La reproducción de capital tiene que ocurrir ahora y mañana veremos de nuevo cómo hacer para  generar mas ganancias. Es decir, se sacrifica de una manera rápida la vida en la tierra para reproducir capital a un corto plazo.

Lo uno y lo otro han llevado al surgimiento de lo que conocemos como  “sociedad consumista”, en la que el comprar se ha convertido casi tan importante como el poseer, y en la que cada vez se producen mas bienes de consumo, muchos de los cuales no tenemos la certeza de necesitar realmente. Nos referimos a una sociedad en la que el adquirir y consumir se ha vuelto un asunto de supervivencia, donde la solidaridad como valor humano y social está desapareciendo, y el ego de las personas y sus posesiones son el eje central del funcionamiento colectivo, al grado de que el tiempo presente es la única fuente real de preocupación, dejando al tiempo futuro en un plano de menor importancia dentro de los patrones de comportamiento.

Desgraciadamente aún quedan más factores en juego, los cuales  no hacen que necesariamente el panorama luzca promisorio. El sector de la agricultura sufre bajo la presión de las pocas inversiones a causa de su baja rentabilidad y también por el hecho de que cada vez se usa más dinero para crear más dinero sin que haya ninguna producción a cambio. Se gasta el dinero solamente con la meta de ganar más dinero lo más rápido posible, sin que se piense en asuntos básicos, como la producción de alimentos. Bajo la presión de la disminución de los recursos naturales como el petróleo, aparecen, entre otros, los bio-carburantes en primer plano; los cuales son producidos a partir de elementos vegetales en grandes extensiones de terreno, lo que significa que la agricultura paga un precio, ya que la producción de alimentos normales disminuye en aras de producir estos sustitutos. Lógicamente los alimentos escasearán, afectando mas que nada a los países mas pobres, cuyas economías ya no son autosuficientes, sino que dependen de la importación de bienes y materias producidas en los países industrializados.

El concepto  “Desarrollo  Sostenible”

Las medidas para proteger al medio ambiente y a la naturaleza y para contener la posible destrucción de ellos han sido establecidas mucho más tarde en la historia de la humanidad. Las ideas mismas sobre la protección de la naturaleza y del medio ambiente son viejas, ahí hasta en donde cierta medida la división entre el hombre y la naturaleza se realizó lentamente; no obstante para verlo como un movimiento de carácter social tenemos que remontamos al siglo XIX (la revolución industrial). Alrededor de  1860 se crearon varios parques nacionales en los EE.UU. (entre otros Yellowstone) y en países como Canadá y Australia se siguió rápidamente. En Holanda hay también señas visibles de ese tiempo: La Asociación Holandesa para la Protección de los Animales fue fundada en1864.  A nivel internacional en 1913 se firmó la primera acta de lo que sería El Consejo Internacional para la Protección de la Naturaleza (ahora es conocida como La Unión Mundial para la Conservación).  En esa época era el punto principal la protección de específicas áreas naturales.

Un completo nuevo desarrollo se puede presenciar al final de los años sesenta. La  alta tasa de natalidad en Europa de después de la segunda guerra mundial (Baby Boom), y los cambios estructurales en la población en todo el tercer mundo a finales de los años 50 (Transición Demográfica), cuando la población mundial comenzó a crecer a pasos agigantados forman los cimientos del reporte del Club de Roma en 1972. Junto a la protección de la naturaleza y a conceptos como la ecología, vinieron a rebelarse otros dos cruciales factores: la pobreza y el hambre. Uno de los conceptos básicos que se desarrollaron fue que para una sociedad ecológicamente saludable había que hacer una reorganización radical de las estructuras sociales a nivel mundial.

A finales de los años 80 y a principios de los 90 salió a relucir otra clase de interés, con la que a nivel internacional se formaron los hitos del Reporte de Bruntland (1987) y el de la Conferencia de Río de Janeiro (1992). Durante esos años se desarrolló una cantidad de conceptos básicos sobre lo que más tarde se llamaría la Sostenibilidad. Es interesante que desde el punto de vista político la idea de la sostenibilidad fue abrazada tanto por la derecha como por la izquierda, ahí donde sonó bien un acuerdo entre la economía y la ecología.

El turismo no tuvo ningún papel importante en estas 3 fases de desarrollo. Al principio del siglo XX comenzó claramente a desarrollarse el turismo, pero en el campo de la protección de la naturaleza esto no tuvo mucha importancia. Durante los años 70 el turismo no se vio afectado por el debate ambientalista y fue visto como una ocupación saludable – la industria verde.

Al final de los años 90 es cuando el turismo se implicó en la discusión sobre el desarrollo sostenible y especialmente por el debate alrededor de la biodiversidad fue que el turismo fue puesto en la línea de fuego. En el año 2001 se formularon leyes para La Diversidad Biológica y El Turismo Sostenible (Convención sobre Diversidad Biológica 2001). Las Naciones Unidas declararon el año 2002 como el año de Eco-Turismo. Además se tiene que anotar que los conceptos del desarrollo turístico sostenible desde algún tiempo estaban jugando un papel de importancia en un nivel más “bajo”, en otras palabras, muchas acciones de grupos locales, asociaciones ambientales y ONG han tenido un importante aporte en los últimos 15 ó 20 años, mientras que justamente a nivel internacional la discusión sobre la sostenibilidad parecía que fastidiara. La Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible (2002) arrojó algunas nuevas luces sobre este asunto y en 2003 se inició el Proceso de Marrakech, un marco decenal de programas en apoyo de las iniciativas regionales y nacionales encaminadas a acelerar el paso hacia el Consumo y Producción Sostenibles (CPS). Varios grupos de trabajo (Task Force) fueron formados con este fin.

Donde por lo general prevalece un acuerdo es en los tres más importantes pilares donde se apoya el concepto de la sostenibilidad: el fomento de un medio ambiente saludable en una naturaleza protegida, luego la participación activa de todos las partes implicadas y por último también la ganancia económica para todos los participantes. Lo que importa en primer lugar es el desarrollo de un país, de una sociedad, de una región o de una comunidad, en la que los recursos naturales y las materias primas sean usados de una manera en la que las generaciones futuras de la misma o de una mejor manera puedan satisfacer sus necesidades fundamentales como lo hacen las generaciones actuales. En otras palabras, lo que importa en la sostenibilidad es una visión del desarrollo, que sea dirigida claramente al futuro. Esta visión se refiere a la conservación del medio ambiente y de la naturaleza en cooperación muy estrecha con la población en el más amplio sentido de la palabra. Esto significa que se reconoce que una sociedad, una población local o un grupo homogéneo de personas necesitan de protección para su conservación. Además de esto está el punto de que el ser humano aspira a un desarrollo, con el que todos los participantes prosperen también en el área económica. Esto puede implicar no solamente los ingresos, sino también las infraestructuras o el acceso a toda clase de servicios. Paralelo a esto se han formulado por medio de Las Naciones Unidas algunos derechos, como el de los alimentos, el agua potable, la educación y muchos otros.

Para proporcionarles  a nuestras generaciones futuras todas sus necesidades vitales, de la misma o de una mejor manera, desde ahora tenemos que limitar todas nuestras acciones dañinas y perjudiciales. El daño que estamos haciendo ahora se puede dividir aproximadamente en dos grupos. Primero está el grupo de los factores dañinos a pequeña escala y entonces están los factores a un nivel mayúsculo. En la micro-problemática de la sostenibilidad pensamos en el problema de demasiadas personas en un sitio (sobrepoblación), destrucción de la naturaleza, contaminación en general, sobre explotación, el vandalismo y la criminalidad. El trabajo de la protección de las áreas de naturaleza, la creación zonas amortiguadores de impactos ambientales e infraestructuras favorables para el medio ambiente son todos por lo general muy costosos para realizarlos y para financiarlos; a menudo se piensa que es un asunto del gobierno y no un asunto que nos incumbe a todos. Otros ejemplos son el cultivo orgánico de verduras y también el desarrollo del suelo por medio de una técnica de permacultura y no por el uso de abonos artificiales. El reciclaje también es un ejemplo de una práctica muy necesaria. Suciedad, basura, desechos y las diversas emanaciones se han vuelto un problema enorme tanto en el micro nivel como en el macro nivel. Esta problemática  se entorna más que todo a la cantidad, cuánto daño se causará y en cuánto tiempo las sustancias se desintegrarán.

Es obvio que muchas acciones para el desarrollo del turismo sostenible meramente se toman a un nivel local; los grupos de acción se concentran en un asunto especial, mientras que otros factores dañinos no se abordan.

En el desarrollo sostenible falta a menudo una definición muy clara del problema y las instrucciones para resolverlo. Con frecuencia los medios financieros escasean, hay demasiadas pequeñas compañías e instancias que están involucradas (toma de decisiones lenta), no hay reglas o leyes, hay una falta de conocimiento y de mano de obra y principalmente de información.

Una estructura de organización extensa a un micro nivel para la problemática de la sostenibilidad  puede tener ciertamente una influencia en la conciencia de la sostenibilidad de todo un país, aunque la vía gubernamental en este terreno a veces sea  limitada. Así podemos ver que un país está más avanzado que el otro en el campo de la protección de la naturaleza y del medio ambiente. Los comités regionales de las así llamadas organizaciones no gubernamentales (ONG) y los grupos de acción con frecuencia forman parte de un importante grupo de presión para el desarrollo sostenible en una región.

Además de esos grupos de efectos dañinos a los que nos hemos referido, también está el caso de los efectos directo negativos que son perceptibles fácilmente, en contraste con aquellos, que no se pueden establecer fácilmente cual daño están causando. Como ejemplo del micro nivel podemos nombrar la especulación de la tierra en las zonas turísticas –por lo general no manipulada por la población local, sino por extranjeros-. El efecto en una economía local puede ser desastroso; sin embargo este es un problema regional, que por lo general casi ni se reconoce.

El segundo grupo de factores dañinos calculables es de carácter más amplio: el daño a la capa de ozono, los cambios climatológicos, la disminución de la biodiversidad mundial, la pobreza, la exclusión de determinados grupos de población, son ejemplos de las consecuencias dañinas a macro-nivel.

La macro problemática, como la contaminación del aire producida por los aviones, es un asunto de cooperación internacional, mientras que a  micro-nivel un gobierno o una autoridad local puede jugar un papel muy importante, a menos que por los partidos involucrados también se presione para participar activamente en la toma de decisiones.

El Balance

Para que quede claro en base a las consideraciones arriba mencionadas, se necesitan más que solamente las buenas intenciones y una visión de desarrollo, que involucra a las futuras generaciones. Las razones por las que nuestro planeta ya está tan dañado, son muy profundas así como se explicó al comienzo de este artículo. Las ideas del desarrollo sostenible son  una iniciativa importante, pero con ella la enfermedad misma no será curada todavía. La problemática económica, que ha llevado hasta una destrucción sistemática de la naturaleza, necesita de soluciones más drásticas que solamente una visión de desarrollo. La postura de las personas (principalmente occidentales) encerradas en sí mismas con todas sus propiedades tiene que cambiar. De continuar con el atesoramiento de riqueza y de propiedades sería más tonto de lo que ya es. El dinero tiene que ser usado nuevamente para producir cosas y el consumo tiene que limitarse a lo que uno necesita; un más consumo tiene que volverse un menos consumo y la duración de los productos tiene que prolongarse.

La solidaridad con lo que nos rodea y con el medio ambiente tiene que volver a aparecer y con eso también el compromiso con las generaciones futuras. Nuevos modelos económicos basados en crecimiento cero parecerán ser necesarios.

Desde esta disertación debe haber quedado muy claro, que los principios de la sostenibilidad son mucho más manejables a un nivel regional o local, mientras que para cambiar los sistemas macro económicos, por lo mismo se tiene que poner a trabajar a otros poderes muy diferentes.

Para trabajar en la conservación de nuestro planeta a un nivel local, la educación por lo general puede jugar un gran papel como un factor necesario, para que las actuales y las futuras generaciones se concienticen de la importancia de la solidaridad con la sociedad y con el medio ambiente.

El papel del desarrollo sostenible en el turismo tiene que crecer poco a poco y no solamente por el efecto invernadero. Para conseguir esto se tiene que pensar en los siguientes puntos:

1-    Trabajar para que el concepto de sostenibilidad en el mundo sea tomado más seriamente, -no solamente en el campo ecológico -.

2-    Tiene que tomarse una acción más directa para doblegar la influencia de los procesos globalizantes – esto quiere decir – la tendencia  en todo el mundo de homogenizar los estilos de vida, las culturas, el comportamiento y aún el idioma. Un producto turístico, por ejemplo, tiene que ser único para atraer a los turistas. En este sentido el proceso de globalización es una amenaza para los destinos turísticos.

3-    Hay que crear un interés más creciente hacia el lado ético de la problemática y hacia una administración social más responsable. El futuro de las generaciones que vendrán debe involucrase más en este debate.

Para poder provocar grandes cambios en el macro nivel, se puede pensar por un lado en organizaciones mundiales independientes, como Las Naciones Unidas, mientras que otros piensan por el otro lado en que justamente ese efecto globalizante de las tendencias actuales forma parte del mal, y piensan en soluciones a nivel de los países entra ellos sin un órgano central. El oponerse al uso desenfrenado de los recursos naturales como el petróleo, el hierro o el cobre, para nombrar solamente a un par, necesitamos algo más que buenas intenciones. El reciclaje puede ser tratado en una escala mayor, y tiene que estar muy claro que se necesitan inversiones rápidamente para conseguir esto.

Entre tanto el ser humano siga viendo a la propiedad como un absoluto y en esto continúe basando su visión de la vida, será muy difícil realizar algún cambio. La visión de que el hombre se tiene de sí mismo tiene que cambiar y con eso su relación con sus alrededores y con el medio ambiente….

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