Por mucho tiempo el turismo vacacional se encuentra controlado por el pensamiento netamente económico y las investigaciones sociológicas. En esta página web se mantiene una visión más balanceada: los turistas mismos y el encuentro con su destino vacacional. Los turistas toman lo que se les ofrecen y lo usan para sus propios propósitos; son precisamente estos propósitos los que nos interesan y más que 25 artículos en esta página web tratan de eso: el turismo de los turistas. Agregué un artículo nuevo sobre "el cambio climático" dentro del rubro "Turismo" (julio 2020).

En febrero 2020 agregué un artículo nuevo en el rubro "Turismo" con el título "La Fenomenologia y el Turismo".

El Turista

Tema: Evaluación

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Evaluación de las vacaciones

Todos los derechos son del autor Marinus C. Gisolf. Se prohíbe la reproducción total o parcial sin mención de la fuente.

La Evaluación de las Vacaciones

Una vez de regreso en casa, el turista recuerda con cierta satisfacción los tiempos lindos y aventureros que ha pasado. Ciertos recuerdos se disfrutan, algunos incidentes provocan una sonrisa y de una u otra forma el turista se siente enriquecido – por lo menos eso es lo que se supone y fue la razón principal de tomar vacaciones.

Para saber si las vacaciones fueron exitosas, podemos ver primero que todo como nos sentimos después y luego hasta qué punto nuestras expectativas fueron cumplidas o no. Puede ser que resultaron mejor de lo que se esperaba o que nuestras expectativas fueron muy altas y al final no fueron completamente satisfechas. Suena sencillo decir que las vacaciones fueron fantásticas sin embargo, en el fondo hay algunas consideraciones sicológicas y sociales bastante complicadas, más que todo cuando vemos el asunto desde el punto de vista de una organización de viaje. Las expectativas vacacionales son construcciones mentales, de la misma forma que lo son nuestras memorias posteriores. Al momento de la evaluación de nuestras vacaciones, comparamos nuestras interpretaciones de información de antes del viaje con las interpretaciones después sobre lo que ocurrió durante ellas. La comparación de construcciones mentales dentro de nuestro cerebro es una actividad normal para cualquier ser humano, pero al momento que otra persona de afuera – tal como el caso del investigador turístico – se mete en esta comparación se complica la situación, porque el elemento de la realidad parece desaparecer.

Es un asunto interesante. Lo que fue real durante las vacaciones puede ser vivido por el turista de esta forma, por el otro lado puede no ser necesariamente así. Lo que fue específicamente hecho o puesto en escena para los turistas, puede haber provocado diferentes tipos de experiencias, desde muy emocionantes hasta una desilusión completa. Se refiere a la autenticidad no solamente de la realidad, sino también de la experiencia misma del turista.

Dejando aparte la relación entre las expectativas y las memorias y hasta qué punto la autenticidad juega un papel en ella, existe un tercer factor que tenemos que al momento de evaluarunas vacaciones: la influencia de las experiencias previas. Obviamente, parte de esta influencia fue aplicada durante la etapa del desarrollo de las expectativas, pero parcialmente. El contenido de las dos – expectativa y experiencia – es diferente. La primera se base en la motivación para viajar y simultáneamente se desarrolla una necesidad específica. Antes del viaje nos imaginamos cómo las cosas pueden ser y hasta quépunto nuestra necesidad puede ser satisfecha; eso es la base de la expectativa. Por otra parte, tenemos una cierta cantidad de conocimiento y muchas experiencias que se pueden utilizar cuando evaluamos las expectativas, pero no sabemos con exactitud lo que va a pasar y entonces no sabemos tampoco cuales experiencias se pueden aplicar.

En este artículo vamos a ver además la característica más general de unas vacaciones: la queja. Dependiendo del nivel social del turista y su nacionalidad podemos distinguir muchas diferencias entre el porqué, el cómo y el contenido de las quejas – un capítulo aparte: vea http://www.tourismtheories.org/?cat=114&lang=es )

Finalmente terminamos el artículo con un fenómeno que muchos de nosotros sufren: la “goma vacacional”.

La influencia de las experiencias previas

Todos los conductores de grupos, conocen el fenómeno de que muchos turistas, al principio de sus vacaciones, empiezan a hablar de sus vacaciones anteriores y fundamentalmente sobre lo fantásticas quefueron. Normalmente se menciona que los paisajes fueron más maravillosos y las actividades mucho más interesantes. Específicamente para el conductor de grupos principiante puede ser desmotivador tener que pelear contra las experiencias previas de los turistas. La razón del fenómeno es sencilla: material de referencia. Cuando vivimos experiencias nuevas la primera cosa que hacemos es vincularlas a experiencias que ya tenemos. Nuestro cerebro maneja esta comparación entre lo que vivimos y lo que estamos viviendo de dos formas:

La influencia de experiencias previas por dotación:

el recuerdo de una buena experiencia asociado con un lugar, potencia el bienestar que se vive en el presente. En el caso que se trate de una mala experiencia, la situación es al contrario.

La influencia de experiencias por contraste:

una buena experiencia en el pasado, tiende a devaluar las experiencias actuales, aunque sean buenas y en cambio, una mala experiencia en una visita pasada, puede contribuir a aliviar la vivencia presente.

Faltan investigaciones científicas para determinar cuáles turistas pertenecen a uno de los dos grupos y bajo cuáles circunstancias. La situación está clara y lo que mencionamos antes, de que muchos turistas comienzan sus vacaciones con la comparación de que las anteriores fueron mucho más bonitas, indica el segundo caso de influencia por contraste, mientras que el caso que los turistas que dicen que sus vacaciones son iguales o mejores que las anteriores, se trata del caso de influencia por dotación. Para las agencias de viaje y los conductores grupales es importante que al finalizar las vacaciones, el turista ya no compare más, porque en caso contrario algo anda mal con las vacaciones.

Existe la noción de que los turistas europeos tienden a ser guiados más por la influencia por contraste, mientras los turistas que provienen de Asia o América Latina la influencia de las experiencias previas es por dotación. Los turistas de los Estados Unidos forman un caso mixto, donde aquellos que vienen del norte tienden a ser influenciados más por contraste, mientras que los habitantes del sur de los EEUU son guiados por la influencia por dotación.

La Evaluación y las Expectativas

En la medida que las expectativas se evalúan al final de las vacaciones como completamente cumplidas o no, depende obviamente del nivel y forma de las mismas expectativas antes de las vacaciones. Las expectativas pueden haber sido basadas en informaciones correctas o falsas, pueden ser potenciadas por motivaciones confusas o necesidades precisas y las expectativas pueden ser amplias sin tener una idea clara de lo que se puede esperar, o también estrechas cuando el turista sabe más o menos lo que se puede esperar.

En este último caso se puede notar que mientras más estrechas son las expectativas, más grande es el riesgo de una desilusión. Cuando un turista va de vacaciones con el objetivo principal de ver el cuadro llamado Monnalisa, sus expectativas son muy estrechas efectivamente. En este caso no es probable que haya desilusiones, porque hay tanta información disponible sobre esta pintura, que es difícil perderse en este sentido. Sin embargo cuando se toma el caso de la naturaleza y un turista va a Kenia en un safari para ver las 5 grandes especies de animales y ve solamente uno de ellos, obviamente el turista va a estar desilusionado.

De las expectativas amplias hay dos: aquellas que no están basadas en una motivación precisa y sin necesidad definida. Cuando una persona toma unas vacaciones solamente para estar lejos de la casa y no le interesa a donde va, sus expectativas son muy amplias.

El segundo grupo se refiere a los turistas que saben lo que quieren, pero sus necesidades todavía pueden ser amplias: unas vacaciones en la playa por ejemplo. Esta playa realmente tendría que estar con demasiada gente o el hotel muy lejos de la playa para convertir estas vacaciones en una desilusión.

Para leer más sobre las expectativas se puede ver: http://www.tourismtheories.org/?cat=42&lang=es

Las organizaciones de viaje deben tener cuidado cuando presentan a los turistas la información focalizada: las expectativas evocadas no pueden ser muy estrechas para evitar una desilusión, pero al mismo tiempo no pueden ser muy amplias tampoco, porque no se genera ninguna expectativa o necesidad.

Las agencias de viaje ofrecen posibles experiencias y con eso tratan de evocar una expectativa que consecuentemente puede generar una necesidad. La imagen de un volcán explotando con sus flujos rojizos de lava puede generar una necesidad: ¡Tengo que ver eso! Sus motivaciones vacacionales podrían haber sido diferentes (yendo a la playa por ejemplo), sin embargo el pre-turista puede ser convencido de visitar el volcán. Sí el día de su visita al volcán está lloviendo, la desilusión es doble: su expectativa o necesidad de ver el volcán no fue satisfecha, mientras su motivación original de ir a playa esta frustrada también.

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La imagen tentativa puede convencer al turista de querer ir a la catara de Iguazu. Cuando las imágenes son demasiadas bonitas lo que ocurre es que al momento de ver la Iguazu en la realidad el turista empieza primero a comparar con la foto en vez de disfrutarla.

Se trata de una interacción complicada e intrigante de motivaciones y necesidades. Las primeras expectativas y su desarrollo posterior a través de información focalizada entre otras luego, tener las experiencias y finalmente llegando al momento de la evaluación. En el momento de vivir la experiencia, una persona puede estar expuesta a muchas influencias externas e internas. La evaluación es un proceso limitado por el tiempo: está la primera evaluación durante las vacaciones que puede interferir con las evaluaciones finales al terminar las vacaciones cuando los recuerdos todavía están frescos, mientras que un par de meses después el veredicto final de las vacaciones puede ser distinta nuevamente. Este punto, nos lleva a la evaluación de las experiencias.

La Evaluación y las Experiencias

Una experiencia dentro del marco del turismo, es una cuestión de psicología. El término “experiencia” se usa primero que todo al “momento de vivirla” y acota aquellos sucesos, atribuciones y recuerdos que conformarán lo que quedará al final como núcleo recordable. Este recuerdo cumpliría tres funciones fundamentales:

  1. Resumir en forma de imagen y/o emoción singular la experiencia vivida;

  2. Constituir la base de la experiencia para la comparación con las expectativas y con las nuevas posibilidades de viaje;

  3. Comparar con la realidad habitual, que se contempla con los ojos nuevos, a la luz de las recientes experiencias. Puede suceder que el resultado de la comparación sea negativo para nuestro lugar de origen, o puede ser positivo.

En otras palabras, cuando se evalúa unas vacaciones, no se trata solamente de la comparación con las expectativas, sino también con el ambiente de origen y además sirve como base para las decisiones sobre las próximas vacaciones.

Cuando un turista regresa a casa, piensa hasta qué punto se siente satisfecho y se queda con la impresión de que sus expectativas fueron mayores a lo que la realidad le mostró y se puede sentir un poquito desilusionado. Si al mismo tiempo, se desarrollo la impresión que su lugar es mucho más bonito que el destino vacacional, se puede decir definitivamente, que sus vacaciones no fueron un éxito. Si vamos a agregar el hecho de que este turista pensando en sus próximas vacaciones llega a la conclusión que las vacaciones previas solamente sirvieron para saber lo que no quiere, podemos concluir que efectivamente las vacaciones de este turista fueron un fracaso.

Otro punto es, que el turista acumula una cierta cantidad de conocimiento paralelamente a las experiencias que está viviendo. Este conocimiento está relacionado con la información concreta, tal como en cuales pantallas en un aeropuerto se encuentra qué tipo de información, sobre las cosas que no se permite en el equipaje de mano o cómo sacar dinero de un cajero automático en un país extranjero, etc. En turismo, esto se llama el conocimiento viajero y un turista desarrolla poco a poco una cierta cantidad de esta información factual. Cuando está viviendo sus experiencias el turista desarrolla más conocimiento a nivel de imágenes mentales e información descriptiva, mientras la información factual es algo típico del conocimiento viajero.

Hay dos formas para evaluar unas vacaciones:

La evaluación instantánea:

se refiere al instante que vive el turista que es evaluado con sus expectativas. Es una forma bastante confiable de evaluar, pero tiene el problema que rápidamente el turista puede llegar a la conclusión de que lo que está viviendo no es completamente lo que tenía en mente y la desilusión consecuente puede influenciar negativamente el demás consumo de Calprim – o sea la vivencia de la experiencia. Este tipo de turista tiende a hacer listas (checklist) de lo que quiere vivir y cada vez que tiene la experiencia la tacha de su lista. Esta práctica puede interferir con el pleno disfrute de la fuente de Calprim e impedir el consumo de las mismas. En esta forma la observación cambia a una evaluación continua y el turista solamente ve lo que espera ver y cualquier otra observación adicional no se produce. Otro elemento que juega unpapel importanteen este sentido, es el hecho que el turista ya no necesita esperar hasta revelar sus fotos, ya que con su cámara digital puede ver de inmediato los resultados, lo que fomenta también la evaluación instantánea.

La evaluación final:

La comparación con las expectativas se efectúa una vez que las vacaciones han finalizado.

Es importante notar que en este caso la comparación es entre las expectativas y las memorias y no con el momento de vivir la experiencia misma. Se trata más que todo de una evaluación generalizada con la cual las impresiones y los recuerdos se comparan con las expectativas generales – todas son construcciones mentales (la una un poco más antigua que la otra) y la realidad ya no juega ningún papel.

En mi opinión, la evaluación de las vacaciones por medio de la comparación con las expectativas no es lo mismo que compararlas con la motivación original. ¿Cuando las expectativas han sido cumplidas, significa que las motivaciones han sido satisfechas? Creo que no. Las primeras expectativas están basadas en material de la propia memoria y las necesidades de viajar se basan en ello. Luego se recibe información de diferentes fuentes que alimenta nuestras expectativas, pero no necesariamente coincide con las primeras necesidades de viajar. La información nueva puede generar necesidades nuevas que se desvían de la motivación original. La información focalizada presentada por organizaciones de viaje o por los institutos turísticos de un país es para convencer a los pre-turistas de ir a un destino específico y, de esa forma, el turista puede ser tentado de cambiar su idea original de lo que quería hacer con sus vacaciones. Puede resultar en un conflicto entre nuestra motivación original por un lado y las expectativas nuevas por otro. Este conflicto se manifiesta claramente al momento de la evaluación de las vacaciones: las expectativas pueden ser cumplidas, sin embargo el turista se queda con una sensación que, en realidad hubiese querido otra cosa.

Uno de los mecanismos utilizados por las organizaciones de viaje, en el caso de los viajes organizados en grupo, se llama el traslapo de expectativa y recuerdo. Por medio de la información focalizada se puede evocar unas expectativas claras y las organizaciones de viaje tratan de implementar el viaje tal cual como se publicó, lo cual se logra por la aplicación de la autenticidad simbólica, con la cual la historia que se presenta acerca de una atracción turística es más importante que el aspecto real.

Esta historia que se presenta, en primera instancia como información focalizada e imágenes materiales, luego será reforzada durante el viaje cuando el turista visite la atracción. El turista, por naturaleza, ve primero lo que espera ver y lo que le fue sugerido por la organización de viaje. El momento de vivir la atracción turística, o sea el momento de consumo de Calprim, se ve influenciado por las expectativas que tenía el turista.

Eso puede significar que la experiencia como resultado y en una próxima etapa el recuerdo, coincidan de una manera bastante exacta. Lo que queda en la memoria del turista es una mezcla de expectativas con las experiencias que da como resultado que estas expectativas empiezan a traslapar las experiencias. En el recuerdo queda gravado gran parte de las expectativas. Basado en este traslape, una agencia de viaje puede “garantizar” unas vacaciones exitosas, sabiendo que las expectativas van a traslapar los recuerdos, y las expectativas se pueden manipular.

O sea se habla de un traslapo de expectativa/recuerdo cuando al final de las vacaciones las expectativas originales toman parcialmente el lugar de los recuerdos.

Sin embargo, cuando la primera experiencia de una fuente de Calprim es diferente a la expectativa, esto puede causar un choque, más que todo cuando la comparación de las dos tiene un resultado negativo. Hablando de los mismos viajes grupales, notamos que cuando la experiencia es peor que lo esperado, los turistas empiezan a quejarse excesivamente y rápidamente puede perder la confianza en la organización de viaje. Significa que las expectativas no pueden estar muy estrechas para evitar una desilusión, pero no pueden ser demasiado amplias tampoco, sino no generan expectativas mayores. Ponermás énfasis en la historia detrás de la realidad de la fuente de Calprim, más que en la realidad misma de ella, es una forma de crear le mezcla perfecta para que en la memoria de un turista se produzca este traslape.

La evaluación de lo que no fue esperado y lo inesperado

Como se explicó en artículos previos, las expectativas estrechas o amplias que tiene un turista, se relacionan con las fuentes principales y secundarias de Calprim. Sin embargo, un turista encuentra muchas cosas en su camino que no son etiquetadas como atracciones turísticas y que forman parte de la vida cotidiana de una población: las fuentes compartidas e incidentales de Calprim. Por el hecho de que se tratan de encuentros que no fueron planificados de antemano y de los cuales no existen imágenes claras, tales como una feria en un pueblo, alguna celebración religiosa o un incendio que repentinamente se presenta, el turista no puede tener expectativas. Parte de lo que experimentamos durante las vacaciones, se puede catalogar bajo este rubro y la interrogante es, hasta que punto influye en la evaluación de las vacaciones.

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El congestionamiento de tránsito en un día soleado en el trópico es una experiencia inesperada y dificil de evaluar al final de las vacaciones. Normalmente la gente se olvida del incidente al momento que el tránsito empieza a moverse.

Muchas imágenes dentro de nuestra memoria que no coinciden con ninguna expectativa, pueden ser arrastradas y cambiadas en una imagen completa: la atmósfera de un lugar. Esta atmósfera se caracteriza por los colores, olores, encuentros personales o los ruidos de la vida cotidiana y en conjunto, forman una imagen que tiene un valor para el turista. Lo que es importante para un turista es la autenticidad de las experiencias, el sentido de realidad que él tenía al momento de vivirla y también si tenía el sentido de formar parte de ella. El único problema con estas experiencias es, que son difíciles de contar a los familiares o amigos, porque se tratan de imágenes más abstractas y ni si quiera una foto puede captar esta atmósfera. Compartir la experiencia de una fuente de Calprim principal es más fácil en este sentido.

Existe un número creciente de turistas que dan más valor a lo auténtico y lo típico local en un destino, en términos de experiencias y recuerdos obtenidos. En general se trata más de experiencias auténticas y la pregunta si el objeto o fenómeno mismo es auténtico, no es de importancia para la evaluación de las vacaciones.

Cada vez más los turistas entienden que la autenticidad objetiva, o sea que tan real es el objeto o fenómeno, no puede ser demostrado al público. La conservación no solamente se aplica a la naturaleza, sino también a la cultura y cada área tiene su número máximo de visitantes para garantizar lo auténtico. Muchos turistas aceptan que son testigo de una autenticidad simbólica y simplemente les interesa ver, por lo menos, algo de cómo era la vida cotidiana en tiempos anteriores.

La evaluación de cosas que nunca se esperaban, no se puede efectuar a un nivel de valorizaciones, tales como “más bonito de lo que esperaba”. En este caso no se puede evaluar nada porque no se esperaba nada tampoco. Sin embargo los turistas esperan sacar algunas experiencias de las fuentes de Calprim compartidas e incidentales, porque en el caso contrario, las vacaciones se transforman en una experiencia muy aburrida. Los turistas que visitan los hoteles tipo “resort” con todo incluido, probablemente no están de acuerdo con esto, pero al mismo tiempo estos turistas eligieron sus destinos vacacionales conscientes de que las fuentes de CalPrim secundarias casi no se presentarían.

Cuando el turista consume su Calprim de las fuentes compartidas, su propia iniciativa juega un papel importante y al mismo tiempo su responsabilidad sobre sus propias vacaciones. Cuando un turista toma mayores responsabilidades, mayor es la posibilidad de que se sienta muy contento al final de las vacaciones – una observación importante. Cuando un turista siente que sus vacaciones fueron un éxito rotundo y que este éxito se logró gracias a sus propias esfuerzos (y del compañero/a), su propio ego se estimula tremendamente. Para mucha gente las vacaciones son un reto y el fomento del ego y la auto-realización pueden formar parte de una necesidad personal. Para visitar, por ejemplo, una catarata famosa, se puede ir en un viaje en grupo organizado, y la satisfacción posterior trata solamente del consumo de Calprim y la experiencia directa de esta fuente principal. Pero cuando el turista coordina y organiza su propio viaje y vence muchos obstáculos para llegar al objetivo, la satisfacción es el doble: la satisfacción de la experiencia de haber visto la catarata y la satisfacción de una necesidad personal.

La primera, se refiere a la autenticidad objetiva y la segunda, a la autenticidad relacionada a actividades (existencialista).

Lo que quiero decir con esto es, que los dos papeles de lo que no se espera y de lo no esperado dependen, en gran parte, del turista mismo y de sus niveles internos de motivación y necesidad. Su estilo de vida es importante en este aspecto.

La Evaluación de las vacaciones y el desarrollo sostenible

Existe un elemento muy importante en el turismo, de lo cual el turista normalmente no se da cuenta: el desarrollo sostenible, la conservación de la naturaleza y el papel que juega una población local en el turismo. Las influencias y huellas que deja el turista no se toman en cuenta al momento en que el turista evalúa sus vacaciones y son pocos los turistas que tienen algún interés en hacerlo. La razón es sencilla: en hacerlo no satisface ninguna necesidad. Hay un grupo muy pequeño de turistas, que se encuentra en la Escala de Estilos de Vida al lado izquierdo (vea el artículo sobre los estilos de vida del turista), que demuestra algún interés en esta materia.

¿Cuántos turistas existen, que después de sus vacaciones se sientan para reflexionar sobre la sostenibilidad de sus vacaciones? ¿O sobre la falta de ella? Me temo decir que hay muy pocos. Lo que pasa es que los turistas pueden observar casos claros de falta de consideraciones ecológicas sin sacar conclusiones. Como parte de la evaluación continua durante las vacaciones, un turista puede sentirse culpable, cuando luego de varias horas de viaje a través de un paisaje seco y árido llega a su hotel con jardines exuberantes, piscinas y las regaderas funcionando por todos lados. Hasta el turista más insensible lo note. La relación entre los ricos y los pobres, es otro tema que los turistas pueden cuestionar espontáneamente. Existen muchos turistas que les gusta tomar fotos de gente pobre, porque les da un toque de aventura a las vacaciones, pero al mismo tiempo puede ser que averigüen como pueden hacer una contribución a un proyecto para aliviar la pobreza. Sin embargo hasta allí llega el sentido de sostenibilidad de la mayoría de los turistas.

Hay dos caminos para cambiar esta situación. El primero es asegurar que el turista desarrolle una necesidad para jugar un papel en la mitigación de sus huellas que deja en un país. Ayudar a salvar el planeta puede ser una motivación válida.

La práctica demuestra que mientras más un turista sea confrontado con las prácticas sostenibles, mas interés desarrolla. Cuando un hotel hace la separación de la basura para su reciclaje y el otro hotel no lo hace, los turistas se dan cuenta y pueden cuestionarlo. Por otro lado, el número de turistas que realmente quieren saber cómo un hotel calienta el agua, trata las aguas negras o si el personal es de la zona, es ínfimo. El uso de los materiales de construcción es otro punto donde el turista normalmente se fija primero en la comodidad y no en la aplicación ecológica.

Por otro lado, a los turistas les gusta ser críticos y ser consultados sobre sus opiniones. Una mejor preparación puede ayudar a los turistas a ser más críticos, lo que puede crear una necesidad que es satisfecha, por medio de encuestas u otras formas para expresar sus opiniones.

La segunda opción es no esperar hasta que un turista desarrolle una necesidad hacia la implementación de medidas sostenibles, si no simplemente implementar algunos códigos de conducta obligatorios que los turistas tienen que estudiar antes de sus vacaciones (¡Internet!) y de los cuales tienen que demostrar su conocimiento. Cuando en el año 2001, después del desastre de las torres gemelas, los aeropuertos introdujeron muchas medidas de seguridad muy estrictas en nombre de la seguridad nacional de los EEUU, entonces no hay ninguna razón porque no se puede introducir medidas estrictas a favor del desarrollo sostenible en nombre de la salvación del Planeta.

Las dos opciones pueden resultar en experiencias vacacionales positivas y las dos necesitan mucho más atención de todas las partes involucradas.

La depresión post-vacacional

Una vez de regreso a casa, puede producirse la llamada “depresión del reencuentro con lo cotidiano”. Nuestros recursos de adaptación han sido puestos a prueba durante la experiencia de viaje y ahora se demuestran inútiles a la hora de enfrentarnos de nuevo a nuestras habituales ocupaciones. Los niveles elevados de energía tienen que ser ajustados, más que todo después de un período en que estos niveles de actividad, los pensamientos y emociones fueron bien distintos al ambiente habitual.

De vuelta en casa, es el momento en que comparamos nuestro ambiente personal con aquello del destino de las vacaciones. Cuando las vacaciones fueron un éxito, a menudo podemos estar un poco desilusionadas con nuestra propia cotidianeidad y al mismo tiempo, las personas pueden estar un poco abatidas por tener que empezar la rutina diaria nuevamente, de la cual justamente quería escaparse antes de las vacaciones.

La “goma vacacional” normalmente consiste en una cierta intranquilidad (en algunos casos fomentado por el “jetlag”), algunas depresiones y fatiga, a pesar que en muchos casos las vacaciones fueron justamente para descansar. Las depresiones pueden durar unos días y a menudo son seguidas por un sentimiento de melancolía.

Por otro lado, el turista puede notar cosas en su propio ambiente que nunca antes ha visto de esta manera. En este sentido el turista puede haber aprendido algo durante su viaje que le permite ver cosas de una forma distinta.

El sentimiento de “hogar, dulce hogar” es una experiencia en sí misma y quizás el turista puede aprender algo de esto, aunque podamos preguntarnos cuál fue el éxito de sus vacaciones. Existen personas que usan sus vacaciones justamente para comprobar que su lugar habitual es superior y para algunos turistas esta observación forma parte de una motivación para viajar. También existen turistas de los cuales podemos preguntarnos porque se fueron de vacaciones y no se quedaron simplemente en casa….

Cualquier motivación o necesidad para viajar que tengamos, la necesidad de cambiar temporalmente nuestro ambiente cotidiano por uno diferente, es una realidad muy antigua en la historia del hombre.

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